sábado, 26 de diciembre de 2015

La Misericordia en los “Dictados de Jesús a Marga” (3)

Con los siguientes textos terminamos de reproducir algunas frases sobre la “Misericordia” que se encuentran en el Tomo Rojo de los Dictados de Jesús a Marga (“La Verdadera devoción al Corazón de Jesús”), y que nos ayudarán a comenzar a vivir este Año Santo de la Misericordia con más provecho.


Para comenzar, reproducimos un mensaje de Jesús y de la Virgen a Marga, dado en el día de su santo (Santa Margarita de Escocia), diez años antes de la posible fecha del Aviso anunciado en Garabandal (13-XI-2006), y en el que el Señor habla mucho de la Misericordia.

Mensaje de Jesús y de María a Marga (13 nov 2006)

Virgen:
No temáis. Os veo con miedo. Cuando veáis cómo se convulsiona todo, no temáis. Son las últimas convulsiones que provoca en el mundo el Demonio antes de salir de él. No temáis.
Jesús:
Hoy es (Sta. Margarita de Escocia)
¡Felicidades! Como ves, tu nombre es predilecto de mi Corazón. Me recuerda muchas santas.
No estaré nunca a la altura de esas Santas (palabras de Marga).
No, hija mía, tú eres muy pequeñita. Eres la más pequeñita de todos mis profetas. Pero Dios se complace en los pequeños.
¿Quieres decir que no tengo méritos? (palabras de Marga).
Muy pocos. Pero Dios se complace en dártelos.
¿Darme los méritos sin que los gane? (palabras de Marga).
Sí.
¡Oh, Dios mío, ¿qué es esto? (palabras de Marga).
¡Es la Locura de su Misericordia! Esfuérzate siempre en ser más y más y más pequeña. Y atraerás toda su Misericordia.
¡Oh, Dios mío, Dios mío, Dios mío! ¡Qué Locura! ¿Y qué dicen los Santos que se han esforzado tanto y han adquirido tantos méritos a tus ojos y a los ojos de Dios? No les parecerá justo (palabras de Marga).
Se alegran por ti y te felicitan. Ven que sus méritos no son nada a la Luz de Dios. Los eclipsa su Misericordia.
¡Dios mío! ¡Esto es increíble! (palabras de Marga).
Sí. ¿Querrás comunicárselo a todos?
¿Ahora somos los santos más pequeños de la historia? (palabras de Marga).
Sí.
¿Y por qué se dice que en los Últimos Tiempos habrá grandes  santos? (palabras de Marga).
Se dice por la Efusión de su Misericordia para estos Tiempos. ¿Sabes qué hace Jesús? Mira, y al más pequeño de sus hijos, a ése elige.

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Continuamos con las frases breves contenidas en los mensajes, que contienen alguna referencia a la “Misericordia”.

— Mirad, sí, vosotros estáis en un tiempo privilegiado de la Iglesia. Convivís con Santos. Os encontráis en un Tiempo privilegiado de la Iglesia, en el que Su Misericordia se derrama por doquier. Yo misma he bajado a hacerme presente entre vosotros. Tenéis la Presencia Eucarística más viva que nunca... Sí, hay frutos de santidad entre vosotros porque éste es un Tiempo muy especial (María, 8-XI-2007).

— Quisiera que tú fueras la continuadora de la Obra de Bernardo [el P. Bernardo de Hoyos (+1735), jesuita, es el primer apóstol de la Devoción del Corazón de Jesús en España], la difusora de mi Misericordia. Mira, lees cómo él, ante la Custodia en mi Presencia, recibió este encargo mío. Al igual que tú lo habías recibido mucho antes que leyeras esta obra. Quiero que seas la difusora de mi Misericordia (Jesús, 7-XII-2007).

— Si Dios Padre no actúa ahora, y así, serían condenadas muchas más almas. ¿Entiendes? ¡Son los Castigos su Misericordia! Oh, ahora lo entiendo. Lo entiendo todo. Que tu Misericordia venga ya sobre nosotros (palabras de Marga). Te digo una última cosa: ¿Por qué espero un poquito más de tiempo? Porque me parece que aún se pueden salvar unos poquitos más (María, 24-IV-2008).

— ¡Oh, se acerca el Día, hija, y tú has de avisar! Advierte que todas sus obras no permanecen ocultas sino que están siempre ante mis ojos. ¡Oh, Dios mío! Jesús, ¡ten compasión! Tendré compasión con quien tuvo compasión. Misericordia con quien practicó la misericordia (Jesús, 17-VII-2008).

— En la Revelación de la Misericordia divina a Sor Faustina Kowalska, se escenificó las Gracias derramadas sobre el mundo desde mi Sagrado Corazón. Una Devoción a la que Yo acompañé de Gracias especialísimas con un último intento ya de atraer a todos los hombres hacia Mí. Y con ella terminó para este Tiempo la Revelación de mi Sagrado  Corazón. Lo que a ti te comunico es mi Sagrado Corazón para un Tiempo Nuevo. Donde la antigua tierra ha pasado. «Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva» (…).Los no partidarios de Dios, enloquecerán de tal forma, que se volverán endemoniados. El Demonio hará presa en ellos. Satanás se adueñará del mundo. En ese momento, se acabó el Tiempo de conversión otorgado por mi Misericordia. Y al hombre no le será posible ya convertirse ni volver a Mí. Le ha sido dado el Poder al Demonio para atraerse a todos los hombres a él. «Cuando Yo sea tirado por tierra y pisoteado, él atraerá a todos los hombres a sí.»34 Esto es lo contrario de mis Promesas. Cuando aboláis la Eucaristía. En el mundo, si no se celebra la Eucaristía, se acaba la vida, y se va enfriando poco a poco. El sol os abandonará. Será una época de mucha carestía (Jesús, 16-VII-2008).

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Terminamos con una breve pero sustanciosa frase contenida en uno de los mensajes de la Virgen a Marga, en el Tomo Azul (“El Triunfo de la Inmaculada”):

La Justicia de Dios caerá sobre vosotros, pero no sin antes haberse manifestado su Misericordia” (María, 25-III-2009).




sábado, 19 de diciembre de 2015

La Misericordia en los “Dictados de Jesús a Marga” (2)

Continuamos copiando algunas frases, en los “Dictados de Jesús a Marga” (Tomo Rojo: “La Verdadera devoción al Corazón de Jesús”), en los que aparece la palabra “Misericordia”. Si las meditamos despacio, en nuestra oración, nos servirán mucho para vivir intensamente el Año de la Misericordia.


— Escuchad, ved. Escuchad y ved los signos de los tiempos. Ved y tened pavor sólo de no estar convertidos a tiempo. Lo demás dejadlo a la Misericordia de Dios. Él sabe qué hacer. Poneos fielmente en sus manos, que determinará la suerte a seguir de cada uno de vosotros. ¿Alguno quiere ofrecerse antes? Si al Padre le ha parecido bien, tomará vuestro ofrecimiento para la Vida Nueva (Jesús, 10-I-2002).

— Se abren los Pozos de mi Misericordia: ¡Entrad!, ¡entrad todos! Luego, dentro de poco, serán cerrados. Entrad antes del Día. Luego no podréis arrepentiros, no os será dado, porque vosotros mismos os lo negasteis (Jesús, 14-VI-2002).

— Me dirán: «¿Cómo es que Dios ha agotado su Misericordia? Mi Misericordia es inagotable; tendré Misericordia de quien tuvo misericordia. Pero llegará un momento que ya no vas a llamar más a conversión (palabras de Marga). Sí, el tiempo mesiánico se acaba, y empieza la era de Cristo Rey, de María Reina sobre los corazones, el Reinado de Paz y de Justicia, de Vida y Amor. El tiempo del rescate se acaba, y los que no han sido rescatados, no podrán serlo luego, porque todo lo creado lo voy a renovar, porque tiene que ser la tierra purificada. De todas vuestras inmundicias os purificaré, os limpiaré, arrancaré de vuestro pecho el corazón de piedra y os daré un corazón de carne (Jesús, 29-VIII-2002).

— Lo que Yo quiero contigo es que me conozcan tal cual soy, y soy un abismo infinito de Amor y Misericordia, porque gozo y estoy dentro del Abismo Infinito de la Misericordia de Dios, más que cualquier otro hombre, y os amo y Le amo tanto que os participo de ese Amor por su Amor y mi Amor (María, 17-IX-2002). A continuación Marga explica esto en una nota: “Es Voluntad de Dios que la Virgen nos participe de ese Amor de Dios, y a la vez Ella lo desea porque nos ama como Él nos ama, y Le ama a Él Infinitamente, con su mismo Amor, es el mismo Amor de Dios que Ella para amarle a su vez. Y como participa tanto de la Esencia de Dios, es Dios mismo el que nos ama a través suyo”.

— Mira que Yo detuve las Apariciones dadas en Garabandal porque no se me hacía mucho caso. En espera del Gran Milagro, se retrasa el tiempo para creer y se les prohíbe a mis fieles acudir y recibir las Gracias que Yo quiero dar desde allí. ¡Tapáis los Caudales de mi Misericordia! ¿Cómo queréis recibir mis Gracias si me tenéis taponadas todas las vías de acceso a mis fieles? Sí, esto fue el tema que les hizo retrocederse y no aprobarlo, en espera de otros acontecimientos más sobrenaturales. Pero hijos, Yo os digo: ¡¿más?! ¿Qué esperáis ver ya para poder creer? (María, 14-V-2003).

— ¿Quieres ser tú cauce de mi Corazón? Mira el cuadro de la Misericordia. De mi Pecho salen dos rayos que van a caer a los hombres. ¿Crees tú que llegan a todos los hombres? No, no llegan. Sólo a unos pocos. Bien por unas causas y otras, pero sólo a unos pocos. ¡Esos pocos tienen el deber de darme a conocer! ¿Qué es esto de que esta Devoción es una devoción de «viejas y de melindres»? ¿Es que sólo tienen necesidad de mi Misericordia los mayores y los enfermos? ¡¡Todos!! Todos tenéis necesidad de mi Misericordia. Desde los más pequeños a los más mayores. ¡Oh, cómo harías tú las Delicias de mi Corazón si fueras capaz de adaptar mi Devoción a los más pequeños y que ésta se difundiera por todas partes! (Jesús, 3-V-2005).

— Sabed que estáis en los días en los que la Misericordia de Dios se manifestará a vosotros en forma de Ira de Dios. Pocos lo entendéis. Pocos lo entendéis ahora, pero será la única forma en que los míos vengan a Mí. Yo sufro por vosotros. Sufro por los que ni aun así lo entenderán. Sufro por los que no vendrán (María, 12-X-200 5).

— Yo reservo copiosos tesoros de mi Misericordia para los grandes pecadores arrepentidos. Yo les amaré por lo que nunca se han sentido amados. Yo les sanaré. Se librarán de sus tentaciones que les atenazan y les esclavizan. Yo les daré mi Amor. Y en Él se recompondrán y quedarán salvos (Jesús, 24-V-2006).


sábado, 12 de diciembre de 2015

La Misericordia en los “Dictados de Jesús a Marga” (1)

En los mensajes del Tomo Rojo, primero de los Dictados de Jesús a Marga, aparece 59 veces la palabra “Misericordia”, íntimamente relacionada con la “Verdadera devoción al Corazón de Jesús”. El Corazón de Cristo contiene “infinitos tesoros de Amor” (cfr. Oración Colecta de la Misa votiva del Sagrado Corazón de Jesús).


El Papa San Juan Pablo II, cuando consagró en Cracovia, en el año 2002, el Santuario a la Divina Misericordia, dijo lo siguiente: «La Iglesia profesa de manera particular la Misericordia de Dios dirigiéndose al Corazón de Cristo. El acercarnos a Cristo en el misterio de su Corazón nos permite detenernos en este punto de la revelación del Amor misericordioso del Padre, que ha constituido el núcleo central de la misión mesiánica del Hijo del Hombre».

En el inicio del Año Santo de la Misericordia, podemos repasar algunas frases breves contenidas en los mensajes de Jesús y de María a Marga, y a todos nosotros.

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— No despreciéis este nuevo empujón de su Misericordia, antes bien aprovechadlo como El desea para su Gloria. Amén (María, 27-IX-1998).

— Esta es la Hora, éste es el tiempo destinado por su Infinita Misericordia, éste es el tiempo de vuestra salvación (María, 9-IV-1999).

— Mira que Yo no te voy a dejar, mira que Yo te voy a conquistar y no se sabe de nadie que se haya podido resistir a mi efusiva Misericordia, so pena de querer condenarse (Jesús, 12-IV-1999).

— Yo sólo pienso en darme a todos vosotros, y especialmente al más necesitado de su Divina Misericordia. ¡Qué contenta tendréis a vuestra Santa Madre, si cuento, y estáis todos! Oh, venid, acudid a Él. ¿No sentís sus Brazos flagelados prontos y abiertos para estrecharos con toda su Fuerza? ¿No sabéis que cuando Él perdona, ya no vuelve a acordarse? ¿No os ha sido explicada de todas las maneras posibles su Infinita Misericordia? (María, 15-V-1999).

— ¡Id! Rápido. Antes de que se cierren las Puertas de su Infinita Misericordia (María, 17-V-1999).

— Atraed con mi Rosario las Bendiciones para el mundo, la Bonanza para vuestros hogares. Atraed la Misericordia de Dios para el mundo... Atraed su Amor, no su Ira. Repartid ese Amor (María, 30-VIII-1999).

— Que acudan a Mí todos los que el mundo rechaza, que Yo les sanaré, Yo les daré consuelo. Porque soy Padre de todos, y de entre todos, la miseria de los más débiles es la que me atrae, para que se pueda manifestar en ellos mi infinita Misericordia. Los niños, los débiles, los enfermos, los leprosos en el alma, los crucificados en vida, los pobres y los pecadores, la inmundicia del mundo es lo que más me atrae, lo que más llama a mi Corazón, que encuentra en ellos a quien redimir. Porque se dejan mansamente redimir, sanar, curar, levantar, animar, llenar de Dios. Porque bendita enfermedad si ella te hizo salvo y objeto de mi redención, sujeto de mis Misericordias (Jesús, 25-IV-1999).

— La pobreza me atrae, la miseria llama a mi Misericordia, sois los Tesoros de mi Redención. Recibiréis por esto vuestra corona de Gloria. Amén. Aleluya.

— Diles a todos que les amo, que mis Entrañas se encuentran hoy abiertas, más que nunca abiertas, para acogerles a todos. Porque es el último intento de mi Misericordia, impulsada por mi Santa Madre, de atraerlos a todos a Mí. Por eso acoged, albergad, abríos y abrazad al Gran Espíritu de Amor, que se derrama, se va derramando ya nuevamente sobre vosotros para que podáis comprender, acoger y responder a mi Llamada (Jesús, 5-V-2000).

— La comunidad que recibe el abrazo de mi Espíritu, experimentará en ella un resurgir de vocaciones y llamadas a una santidad más plena, más hermosa y verdadera; déjese llevar. Yo prometo, en mi Entrañable Misericordia, ríos de dicha sin fin para esa comunidad si se deja acoger, si se abre y acoge ella misma al Espíritu para sus hermanos. «En la Entrañable Misericordia de vuestro Dios, os visitará el Sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte» (Jesús, 27-IV-2001).

— Insignificantes en número, más poderosos por el Espíritu. Poco valiosos en lo humano, ricos en mi Misericordia (Jesús, 29-V-2001).

— Hija, tengo ante Mí el pecado de todos los hombres, y sabe tú que es inmenso, casi infinito. Pero es mi Misericordia la que sí es Infinita, la que puede perdonar todo si esos hombres vuelven a Mí (Jesús, 5-IV-2001).

— Dios ha determinado destruirlo todo para mi Venida, para que todo se encuentre aseado y limpio para mi Segunda Venida, y todo el que realice las obras de bondad, no será destruido. Este es mi aviso de Misericordia. ¡Venid a Mí!, ¡venid a Mí antes del Día! Mi Inmaculado Corazón arde en deseos de vuestra entrada, se encuentra abierto, se encuentra abierta aún la puerta del Refugio. Venid todos, venid todos los nombrados. Después no habrá tiempo, venid, pasad. Mi Misericordia es eterna, y he aquí que también mi Destrucción es Misericordia (María, 1-VIII-2001).


sábado, 5 de diciembre de 2015

La Divina Misericordia en Santa Faustina Kowalska (2)

Continuamos reproduciendo algunos textos del Diario de Santa Faustina Kowalska, en los que se utiliza la expresión “Divina Misericordia”, con el fin de comprender mejor qué significa y dar gracias a Dios por su Don inefable en este Año de la Misericordia.


— 29 VI 1935. Cuando hablaba con el director [El Padre M. Sopocko. Don Sopocko resalta en sus recuerdos que sin poder escuchar largas confidencias de Sor Faustina en el confesionario le recomendó apuntar todas las vivencias interiores en el Diario. Mientras tanto los asuntos que requerían ser tratados verbalmente, Sor Faustina los presentaba en la habitación del confesor] de mi alma sobre diferentes cuestiones que el Señor exigía de mí, pensaba que me contestaría que era incapaz de cumplir esas cosas y que el Señor Jesús no se servía de las almas tan miserables como yo, para las obras que deseaba realizar. No obstante oí las palabras de que en la mayoría de los casos Dios escogía justamente a tales almas para realizar sus proyectos. Pero este sacerdote era guiado por el Espíritu de Dios, penetró el secreto de mi alma y los más escondidos secretos que había entre mí y Dios, y de los cuales no le había hablado nunca antes; no se los había contado porque yo misma no los entendía bien y el Señor no me había dado una orden clara para que lo dijera. El secreto era éste que Dios exigía que hubiera una congregación que proclamara la Divina Misericordia y la implorase para el mundo (Diario de Santa Faustina, n. 436).

— 8 I 1936. Cuando fui a ver al arzobispo [El arzobispo Romualdo Jalbrzykowski] y le dije que el Señor exigía de mí que rogara impetrando la Divina Misericordia para el mundo, y que surgiera una Congregación que implorase la Divina Misericordia para el mundo, le rogué que me diera la autorización para todo esto que Jesús quería de mí, el arzobispo me contestó con estas palabras: En cuanto a las plegarias, hermana, le doy permiso e incluso la animo a rogar lo máximo posible por el mundo e impetrar por él la Divina Misericordia, porque todos necesitamos la misericordia y seguramente tampoco el confesor le impide, hermana, rogar según esta intención. Y en cuanto a la Congregación, pues, espere un poco, hermana, que las cosas se pongan un poco más favorables; esta obra en sí es buena, pero no se debe tener prisa; si tal es la voluntad de Dios, tarde o temprano, se realizará. ¿Por qué no?, después de todo existen tantas otras Congregaciones, pues también ésta surgirá, si Dios lo quiere. Esté completamente tranquila. Jesús puede todo; procure una estrecha unión con Dios y esté de buen ánimo. Estas palabras me llenaron de gran alegría (Diario de Santa Faustina, n. 585).

— Cuando el Padre Andrasz me dijo que sería bien que en la Iglesia de Dios existiera un grupo de almas que impetraran la Divina Misericordia, porque, en realidad, todos necesitamos la misericordia, después de estas palabras suyas una luz singular penetró en mi alma. Oh, qué bueno es el Señor (Diario de Santa Faustina, n. 623).

— + Oh Jesús mío, cuánto me alegro de que me hayas asegurado que esta Congregación surgirá. Ya no tengo más dudas en esto, ni una sombra, y veo la gran gloria que dará a Dios; será un reflejo del mayor atributo que tiene Dios, es decir, la Divina Misericordia. Impetrarán incesantemente la Divina Misericordia para sí y para el mundo entero, y cada acto de misericordia brotará del amor de Dios del que estarán colmadas. Este gran atributo de Dios, tratarán de asimilarlo y vivir de él, y procurarán que los demás lo conozcan y tengan confianza en la bondad de Dios. Esta Congregación de la Divina Misericordia será en la Iglesia de Dios como una colmena en un magnifico jardín, escondida, silenciosa. Las hermanas como abejas trabajarán para alimentar con miel las almas de los prójimos y la cera fluirá en honor de Dios (29 de junio de 1936) (Diario de Santa Faustina, n. 664).

— 7 de agosto de 1936. Cuando recibí este artículo [Se trata probablemente del folleto del Padre M. Sopocko titulado “La Divina Misericordia”, editado en 1936, en Vilna] sobre la Divina Misericordia junto con la imagen [En la cubierta estaba la imagen en color de Jesús Misericordioso, copia del cuadro de Eugenio Kazimirowski], la presencia de Dios me envolvió de modo singular. Cuando me sumergí en la oración de agradecimiento, de repente vi al Señor Jesús en una gran claridad tal y como está pintado y a los pies de Jesús vi al Padre Andrasz y al Padre Sopocko, los dos tenían plumas en la mano y de las puntas de ambas plumas salían resplandores y fuego semejantes a un relámpago que tocaba a una gran multitud de gente que corría no sé a dónde. Apenas [alguien] era alcanzado por aquel rayo, daba la espalda a la muchedumbre y tendía los brazos a Jesús; algunos volvían con gran alegría y otros con gran dolor y pena. Jesús miraba con gran amabilidad a los dos. Un momento después me quedé a solas con Jesús y le dije: Jesús, llévame ahora, porque Tu voluntad ya está cumplida, y Jesús me contestó: Todavía no toda Mi voluntad se ha cumplido en ti, sufrirás todavía mucho, pero Yo estoy contigo, no tengas miedo (Diario de Santa Faustina, n. 675).

— Terminada la Hora Santa, cuando fui a mi celda, conocí repentinamente cuánto Dios era ofendido por una persona cercana a mi corazón. Al verlo, el dolor traspasó mi alma, me arrojé en el polvo delante del Señor e imploré misericordia. Durante dos horas, llorando, rogando y flagelándome me opuse al pecado, y conocí que la Divina Misericordia envolvió a aquella pobre alma. Oh, cuánto cuesta un solo, único pecado (Diario de Santa Faustina, n. 685).