viernes, 29 de noviembre de 2013

Primer domingo de Adviento

Comenzamos un nuevo Año Litúrgico. La Iglesia nos invita a dirigir nuestra mirada hacia el pasado —el Nacimiento de Cristo—, hacia el futuro —su Segunda Venida, al final de los tiempos—, y también hacia el presente, y en profundidad: Cristo está presente en nuestra vida. Viene y nos llama mil veces al día. Nos precede en el Amor y en la espera.


La Liturgia de la Palabra nos presenta, en este primer domingo de Adviento, tres lecturas y un salmo. Reflexionemos brevemente sobre cada uno de estos textos.

Is 2, 1-5. El Señor reúne a todas las naciones en la paz eterna del reino de Dios.
Sal 121. Vamos alegres a la casa del Señor.
Rm 13, 11-14. Nuestra salvación está cerca.
Mt 24, 37-44. Estad en vela para estar preparados.

Venid, subamos al monte de Yahveh”. “De Sión saldrá la Ley, y de Jerusalén la palabra de Yahveh”. Estas palabras del profeta Isaías son una invitación a escuchar a Yahvé en el Antiguo Testamento. Se puede decir que nuestros hermanos judíos son nuestros padres en la fe. Hoy rezamos especialmente por todos ellos, y nos unimos en nuestra común fe en Dios Uno, Eterno, Omnipotente, y en la fe que compartimos sobre la Revelación de Dios en la historia de Israel.

Los judíos también esperan el Juicio de Dios sobre todas las gentes. Y en el Reino de Paz que vendrá en el mundo, después del juicio.

Casa de Jacob, andando, y vayamos, caminemos a la luz de Yahveh”. Según las profecías de MDM, los dos testigos que vendrán ala final de los tiempos, para dar testimonio de la verdad, serán la Iglesia Remanente y la Casa de Israel. Recemos pues por todos nuestros hermanos fieles de Israel, que esperan en oración, como nosotros, la manifestación de Yahveh.

Las tribus de Yahveh suben a Jerusalén, llenos de alegría. Es una ciudad construida en compacta armonía. Con el Salmo 121 pedimos la paz para la Ciudad Santa.   
Ya es hora que despertéis del sueño, pues ahora nuestra salvación está más cerca que cuando creímos”. San Pablo se dirige a los romanos, para anunciarles que la noche está avanzada y se acerca el día. ¿No es verdad que a veces nos dormimos, en nuestra vida espiritual, en nuestra caridad fraterna, en nuestra lucha diaria para ser fieles a los que Dios nos pide a cada uno? Es el momento de abandonar las obras de las tinieblas y revestirse con las armas de la luz (cfr. Rom 13, 12). Es hora de revestirnos de nuestro Señor Jesucristo, de vivir en su presencia, de ser “otros Cristo”, “Cristo que pasa” al lado de nuestros hermanos.

No es tiempo de sueño, sino de vigilancia. Porque el Hijo del hombre vendrá de improviso. Hay que velar porque no sabemos el día en que vendrá el Señor, aunque reconocemos que hay señales claras de que no tardará en llegar.

El Adviento es tiempo de espera, de oración, de silencio, de estar alertas. Nuestra salvación descansa en la venida de Jesucristo. No es producto de obras humanas. Procede de la libertad de Dios, que ha escogido venir al mundo en un pequeño pueblo, en una época oscura, como un Niño pequeño sin ninguna influencia en el mundo de los hombres.

Jesús no viene sólo para la Humanidad en su conjunto, sino para cada hombres en particular: en sus alegrías y miserias, en sus convicciones, perplejidades y convicciones, en todo lo que constituye su ser y su vida, propios sólo de él.

Pero, ¿qué podemos hacer durante el Adviento, para aprovecharlo mejor? Ante todo, esforzarnos por buscar, tratar y amar más a Jesucristo, que viene a nuestro encuentro. Leer, meditar, rezar. Es tiempo de aumentar nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro amor. 

El Adviento es un tiempo mariano. La mejor manera de vivirlo bien es permanecer cerca de Nuestra Madre y aprender de Ella: de su silencio contemplativo, de su oración continua, de su agradecimiento alegre, de su humildad y de su amor.

martes, 26 de noviembre de 2013

¡Ven Señor Jesús!

El próximo domingo comienza el Tiempo de Adviento. Para quienes tenemos la esperanza de la próxima Venida del Señor, este tiempo litúrgico nos llena de alegría. Revivimos la Primera Navidad, pero también nos alegramos con la cercanía del Reino en plenitud: ¡Ven Señor Jesús!


Hace ocho años, exactamente, Benedicto XVI se dirigía a todo el Pueblo de Dios, al inicio del Adviento, para abrirnos su corazón y compartir su experiencia de este tiempo litúrgico. Por eso, nos parece muy oportuno volver a leer y meditar sus palabras en las Primeras Vísperas del primer domingo de Adviento, del año 2005. Destacamos en negritas algunas expresiones.

HOMILÍA DEL PAPA
BENEDICTO  XVI
durante el rezo de las primeras vísperas
del primer domingo de Adviento
Sábado 26 de noviembre de 2005

Queridos hermanos y hermanas: 

Con la celebración de las primeras Vísperas del primer domingo de Adviento iniciamos un nuevo Año litúrgico. Cantando juntos los salmos, hemos elevado nuestro corazón a Dios, poniéndonos en la actitud espiritual que caracteriza  este tiempo de gracia:  "vigilancia en la oración" y "júbilo en la alabanza" (cf. Misal romano, Prefacio II de Adviento). Siguiendo el ejemplo de María santísima, que nos enseña a vivir escuchando devotamente la palabra de Dios, meditemos sobre la breve lectura bíblica que se acaba de proclamar. Se trata de dos versículos que se encuentran al final de la primera carta de san Pablo a los Tesalonicenses (1Ts 5, 23-24). El primero expresa el deseo del Apóstol para la comunidad; el segundo ofrece, por decirlo así, la garantía de su cumplimiento. El deseo es que cada uno sea santificado por Dios y se conserve irreprensible en toda su persona —"espíritu, alma y cuerpo"— hasta la venida final del Señor Jesús; la garantía de que esto va a suceder la ofrece la fidelidad de Dios mismo, que consumará la obra iniciada en los creyentes.

Esta primera carta a los Tesalonicenses es la primera de todas las cartas de san Pablo, escrita probablemente en el año 51. En ella, aún más que en las otras, se siente latir el corazón ardiente del Apóstol, su amor paterno, es más, podríamos decir materno, por esta nueva comunidad; y también su gran preocupación de que no se apague la fe de esta Iglesia nueva, rodeada por un contexto cultural contrario a la fe en muchos aspectos. Así, san Pablo concluye su carta con un deseo, podríamos incluso decir, con una oración. El contenido de la oración, como hemos escuchado, es que sean santos e irreprensibles en el momento de la venida del Señor. La palabra central de esta oración es venida. Debemos preguntarnos qué significa venida del Señor. En griego es parusía, en latín adventus, adviento, venida. ¿Qué es esta venida? ¿Nos concierne o no?

Para comprender el significado de esta palabra y, por tanto, de esta oración del Apóstol por esta comunidad y por las comunidades de todos los tiempos, también por nosotros, debemos contemplar a la persona gracias a la cual se realizó de modo único, singular, la venida del Señor:  la Virgen María. María pertenecía a la parte del pueblo de Israel que en el tiempo de Jesús esperaba con todo su corazón la venida del Salvador, y gracias a las palabras y a los gestos que nos narra el Evangelio podemos ver cómo ella vivía realmente según las palabras de los profetas. Esperaba con gran ilusión la venida del Señor, pero no podía imaginar cómo se realizaría esa venida. Quizá esperaba una venida en la gloria. Por eso, fue tan sorprendente para ella el momento en el que el arcángel Gabriel entró en su casa y le dijo que el Señor, el Salvador, quería encarnarse en ella, de ella, quería realizar su venida a través de ella. Podemos imaginar la conmoción de la Virgen. María, con un gran acto de fe y de obediencia, dijo "sí":  "He aquí la esclava del Señor". Así se convirtió en "morada" del Señor, en verdadero "templo" en el mundo y en "puerta" por la que el Señor entró en la tierra.

Hemos dicho que esta venida del Señor es singular. Sin embargo, no sólo existe la última venida, al final de los tiempos. En cierto sentido, el Señor desea venir siempre a través de nosotros, y llama a la puerta de nuestro corazón:  ¿estás dispuesto a darme tu carne, tu tiempo, tu vida? Esta es la voz del Señor, que quiere entrar también en nuestro tiempo, quiere entrar en la historia humana a través de nosotros. Busca también una morada viva, nuestra vida personal. Esta es la venida del Señor.

Esto es lo que queremos aprender de nuevo en el tiempo del Adviento: que el Señor pueda venir a través de nosotros.

Por tanto, podemos decir que esta oración, este deseo expresado por el Apóstol, contiene una verdad fundamental, que trata de inculcar a los fieles de la comunidad fundada por él y que podemos resumir así: Dios nos llama a la comunión consigo, que se realizará plenamente cuando vuelva Cristo, y él mismo se compromete a hacer que lleguemos preparados a ese encuentro final y decisivo. El futuro, por decirlo así, está contenido en el presente o, mejor aún, en la presencia de Dios mismo, de su amor indefectible, que no nos deja solos, que no nos abandona ni siquiera un instante, como un padre y una madre jamás dejan de acompañar a sus hijos en su camino de crecimiento.

Ante Cristo que viene, el hombre se siente interpelado con todo su ser, que el Apóstol resume con los términos "espíritu, alma y cuerpo", indicando así a toda la persona humana, como unidad articulada en sus dimensiones somática, psíquica y espiritual. La santificación es don de Dios e iniciativa suya, pero el ser humano está llamado a corresponder con todo su ser, sin que nada de él quede excluido.

Y es precisamente el Espíritu Santo, que formó a Jesús, hombre perfecto, en el seno de la Virgen, quien lleva a cabo en la persona humana el admirable proyecto de Dios, transformando ante todo el corazón y, desde este centro, todo el resto. Así, sucede que en cada persona se renueva toda la obra de la creación y de la redención, que Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo van realizando desde el inicio hasta el final del cosmos y de la historia. Y como en el centro de la historia de la humanidad está la primera venida de Cristo y, al final, su retorno glorioso, así toda existencia personal está llamada a confrontarse con él —de modo misterioso y multiforme— durante su peregrinación terrena, para encontrarse "en él" cuando vuelva.

Que María santísima, Virgen fiel, nos guíe a hacer de este tiempo de Adviento y de todo el nuevo Año litúrgico un camino de auténtica santificación, para alabanza y gloria de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Mensajes de 2013 (semana 47)

A continuación ofrecemos resúmenes breves de algunos mensajes seleccionados que han aparecido en la Red durante la cuadragésima séptima semana de 2013.


Estos mensajes tienen como fin principal hacernos fuertes y constantes en la oración, lo cual se traducirá en un aumento de nuestro amor a Dios y en una vida de seguimiento fiel a las enseñanzas de Cristo. Destacamos, en negritas, algunas ideas en cada mensaje.

Reseña de algunos mensajes (2013, semana 47)

Maria Divine Mercy (mensajes de Dios Padre, Jesucristo y la Virgen)
(The Warning) (El Aviso de Dios)
Nota aclaratoria: aunque algunos comentaristas católicos (e incluso Obispos) hayan expresado una opinión personal negativa acerca de los mensajes recibidos por MDM, hasta ahora, la autoridad local o universal, con jurisdicción para ello, no los ha desautorizado, lo cual permite a los fieles católicos leerlos y difundirlos. No se ha de olvidar la necesidad de orar y pedir discernimiento para que el Espíritu Santo nos conduzca finalmente a la Verdad completa.
9 nov 2013 (11:48) – Muy pronto habrá muchos que vuelvan a interpretar los Evangelios, pero según pretendidos descubrimientos científicos que cambian la verdad. Lo explicarán de tal manera que convencerán a muchos. Nos asombraremos de que los no católicos quieran formar parte de la Iglesia Católica, pues dirán que, por fin, se ha vuelto tolerante, porque ya no señala los pecados de los hombres. Los templos serán secularizados y se introducirán signos paganos. Cada uno de los fieles que perseveren en su amor a Jesucristo, serán los nuevos templos en donde Él habitará.
10 nov 2013 (15:00) – En este mensajes, Dios Padre anuncia que, antes de la Venida de su Hijo, veremos signos portentosos en el Cielo. Las estrellas dejarán de brillar como ahora. Presenciaremos dos soles, sin que sepan los científicos explicar su aparición. Muchas señales surgirán ante un mundo descreído; muchos milagros en el sistema planetarios. Dios Padre desea que nos preparemos interiormente, alejándonos de todo pecado; arrepintiéndonos con sinceridad y haciendo penitencia.      
10 nov 2013 (15:20) – La Virgen nos recuerda que la salvación que buscamos no puede venir a nosotros si no es a través de la reconciliación con Dios, es decir, a través del arrepentimiento de nuestros pecados y de la petición al Señor de que nos perdone, por su gran misericordia. A partir de ahora, en la Iglesia muchos dejarán a un lado a Nuestra Madre y dejarán de rezar el Rosario. Es importante que conozcamos lo que Ella nos dijo en La Salette y Fátima. Los males que están viniendo al mundo son por no haber atendido a sus consejos.   
12 nov 2013 (15:52) Los castigos, enviados al mundo por el Padre, han comenzado. Es un error pensar que Dios Padre no hará justicia en este tiempo. El mundo será testigo de más disturbios ecológicos, según vaya adelante la purificación de la Tierra. ¡Ay de aquellos que desafían la Palabra de Dios y que nunca piden misericordia por sus pecados! Dios limpiará finalmente la Tierra de la infestación de todo mal.  Cuando veamos que los elementos de la naturaleza reaccionan con furia, hemos de saber que la Justicia de Dios cae sobre el mundo, por la soberbia, amor propio y fatuidad del hombre.     
12 nov 2013 (20:30) – Jesús nos anuncia los signos que aparecerán en el cielo antes de su Venida. La tierra girará más rápidamente. También girará el sol y veremos un segundo sol junto a él. Esto traerá consigo terremotos, cambios de clima, destrucción de naciones, hambre, guerras.... Las gentes tendrá una gran necesidad de Dios y pedirán sus misericordia. También veremos cómo se pretende admitir dentro de la Iglesia Católica a todas las religiones, para quitar importancia a Jesucristo y secularizar la Iglesia. El anticristo, vestido de rojo, llevará una corona y se proclamará como el mesías. Llegará un día en que Dios lo castigue y lo arroje a infierno. Después, vendrá el Señor y llevará consigo a los que han permanecido fieles. 
14 nov 2013 (12:00) En este tiempo, La luz de Dios brilla sobre todos sus hijos que están unidos a Jesucristo. Todos los cristianos que están unidos al Señor, que reciben el Cuerpo de Cristo, experimentarán un sufrimiento espiritual, como ningún otro, a causa de su fe en Jesús. Esto vale para todos, también para los que nunca han oído mencionar estos Mensajes al mundo. Su fe será probada hasta el extremo. Los que proclamen la Verdad de la Palabra de Dios serán acusados y atacados. El Señor nos pide de permanecer en silencio, y rezar por quienes nos atacan, para destruir en ellos la influencia de Satanás. Con ese fin, Jesús nos da una nueva Cruzada de Oración (n° 126), para llevar bien la persecución religiosa.      
15 nov 2013 (20:00) Jesús desea informar a todos los que sufren por su Nombre, que el tiempo del Aviso está cercano. Todos a los que se les ha concedido el conocimiento de esto, verán los signos pronto. Todos hemos de pedir perdón por nuestros pecados, en preparación para este evento que asombrará al mundo. El Señor nos sugiere que veamos cada uno dentro de nuestro corazón, y tratemos de mirarnos con la mirada de Dios. Eso nos ayudará a pedir perdón con mayor sinceridad. Todos estaremos delante del Señor solos. Él nos mostrará nuestra alma con toda claridad. Le pediremos perdón y Él nos concederá su Misericordia. Jesús ha pasado tres años tratando de abrir nuestros ojos a la Verdad. Ahora ha llegado el tiempo de su Misericordia.  
Pelianito (mensajes de Jesucristo)
(The Pelianito Journal Blog)
17 nov 2013 – Esta generación está como ciega. Él ha llenado la tierra de perfecciones, de bondad, de misericordia, de amor. Y los hombres pasan de largo, con gran ceguera. Si no fuera por la intercesión de la Virgen y por las oraciones de los fieles, esta generación ya habría sido destruida. El Señor ha retrasado su ira, por su misericordia. Pero los eventos están ya en movimiento, y causarán gran sufrimiento en el mundo. Es el momento de aceitar nuestra armadura con el óleo de los sacramentos. Tomemos nuestras armas con nueva fuerza y estemos prontos para la batalla. No tenemos nada que temer. El Señor está cerca.   
Jabez (mensajes de Dios, Alfa y Omega)
(Jabez In Action)
16 nov 2013 – Muchos se postrarán de rodillas, en los próximos meses. Muchos serán desposeídos de todo por haberse rehusado a obedecer las Leyes de Dios. La Purificación está a nuestro alrededor, pero no temamos. 
17 nov 2013 – La Vida, tal como la conocemos, pasará lentamente. Dios permitirá la destrucción de muchas ciudades. El Señor nos refinará como el oro y pondrá de manifiesto su Poder. Enseñemos a nuestros hijos a rezar. 
18 nov 2013 – Luchemos por la Verdad. No caigamos en las trampas de Satanás. El Señor nos invita a ser prudentes. Nos pide que luchemos por la santidad.
19 nov 2013 – Dios quiere que confiemos en Él. Transformará nuestro mundo, pero antes debe destruir todo el mal. Nuestras intenciones han de ser puras. Sólo Dios conocer los secretos más profundos de nuestro corazón.  
20 nov 2013 – El Señor nos promete premiar nuestra obediencia. El mundo, como lo conocemos, no existirá más.Él volverá a a crear y a sanar nuestros corazones rotos. No perdemos la fe, aún cuando veamos que todo parece perdido. 
21 nov 2013 – Confiemos en que nuestras oraciones transformarán al mundo, tal como lo conocemos. Sirvamos con toda humildad. Pongamos toda nuestra confianza en el Señor, y sólo en Él.
Vidente de Jaén (mensajes de Jesucristo)
(A Dios lo que es de Dios)
19 nov 2013 – Ni en esta vida, ni en la otra, nadie puede alcanzar la Belleza de Dios en toda su dimensión. Dios es la belleza de todas las bellezas. E amor de Dios hacia las almas es incalculable, es infinito. También el alma humana, sin pecado, es bellísima a los ojos de Dios. La belleza de Nuestra Madre es inmensa. Jesús nos pide que luchemos contra las tentaciones que nos pueden apartar de Dios. Nos pide que besemos el crucifijo, utilicemos el agua bendita y usemos los sacramentales.
Sharon Fitzpatrick (mensajes de la Virgen)
(Petals from Heaven)
17 nov 2013 – La Virgen nos hace reflexionar sobre las inclemencias del tiempo, que hemos visto recientemente. Vivimos en un tiempo en que presenciaremos el advenimiento de la Nueva Tierra y los Nuevos Cielos. Ella sabe lo que sufrimos, pero nuestra corona ha de ser nuestra perseverancia. Después de la tormenta vendrá la paz.  
20 nov 2013 – No nos desanimemos mientras esperamos el tiempo que ha de venir. Vendrá si avisar pero, cuando llegue, experimentaremos una gran paz. Levantaremos nuestras voces en alabanza a Dios. Miraremos a Dios y Él nos mirará. Preparémonos para la Venida de Jesús
Enoc (mensajes de Jesucristo, la Virgen y otros)
(Mensajes de Salvación de Jesús el Buen Pastor)
17 nov 2013 (02:15 pm) – Dios Padre se dirige a nosotros para alertarnos. Ya está en marcha la purificación de la tierra. Las naciones más pecadoras son las que más sufrirán las inclemencias del tiempo. También nos anuncia que está próximo el Despertar de las conciencias, el Aviso. Por lo tanto, pidamos perdón de nuestros pecados. Perdonemos a todos. No debamos a nadie más que amor. Hagamos penitencia. 
20 nov 2013 (02:35 pm) –  Mensaje de la Virgen. Nos pide que oremos por el Papa y por la Iglesia, porque las fuerzas del mal dentro del Vaticano quieren dar comienzo a su profanación. Peligra la vida del Papa. Hay un complot contra él. En este mensaje [no juzgamos sobre su autenticidad, aunque es contrario a los mensajes recibidos por MDM] se afirma que el Papa Francisco es el vicario de la Iglesia que Dios ha dispuesto para estos últimos tiempos. Se nos pide que recemos para que los cambios que llevará a cabo el Papa, no sean manipulados por la masonería, pues muchos cardenales quieren una Iglesia politeísta, abierta a las demás iglesias y doctrinas; y una Iglesia modernista, ajustada a los cambios de la humanidad [en esto sí coincide con los mensajes de MDM].   
Pedro Régis (mensajes de la Virgen)
16 nov 2013 – Caminamos hacia un futuro de grandes pruebas. La Virgen nos pide que, en estos días, intensifiquemos nuestra oración por la Iglesia. Vendrás días difíciles para la Iglesia de Jesús. María sufre por todo aquello que viene para nosotros.  
19 nov 2013 – Vivimos en un tiempo de grandes confusiones espirituales. Cuando todo parezca perdido, el Señor vendrá a  nosotros y seremos victoriosos. Seremos perseguidos por causa de nuestra fe.
21 nov 2013 – Estamos en un tiempo de grandes confusiones espirituales. Serán tomadas decisiones y muchos tendrán su fe sacudida. El desprecio por lo sagrado se difundirá por todo el mundo y muchos devotos llevarán una cruz pesada. La Iglesia de Jesús perderá mucho. Va a realizarse aquello que la Virgen nos ha anunciado en el pasado. 
Julie Wedbee (mensajes de Jesucristo)
(Behold I Come)
20 nov 2013 – Muy pronto veremos cómo el Espíritu se manifiesta en el mundo físico. Se cumplirá la profecía de Ezequiel que se refiere a la visión de los huesos que se cubren de carne y resucitan. El mundo muerto será limpiado y sanado. Tendrá vida, no por nuestro poder, sino por el Poder de Dios. Está amaneciendo un nuevo día y es momento de cantar y de alabar a Dios. Hemos recibido una misión de Dios y estamos preparados con las espadas de la verdad desenvainadas, y con la presencia de los Ejércitos Celestiales a nuestro lado. ¡Todo ha comenzado! ¡Ha comenzado! 

viernes, 22 de noviembre de 2013

¡Queremos que reine Cristo!

“En este último domingo del año litúrgico la Iglesia nos invita a celebrar al Señor Jesús como Rey del universo. Nos llama a dirigir la mirada al futuro, o mejor aún en profundidad, hacia la última meta de la historia, que será el reino definitivo y eterno de Cristo” (Benedicto XVI, Homilía en la Solemnidad de Cristo Rey, 25-XI-2012).


Las Lecturas de esta celebración (Ciclo C) son las siguientes:

2S 5, 1-3. Ungieron a David como rey de Israel.
Sal 121, 1-2. 3-4a. 4b-5. Vamos alegres a la casa del Señor.
Col 1, 12-20. Nos ha trasladado al reino del Hijo de su Amor.
Lc 23, 35-43. Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino.

Este año, la Solemnidad de Cristo Rey tiene una acento especial: en ella concluye el Año de la Fe, proclamado por el Papa Benedicto XVI en 2012.

El texto central es el de San Lucas. Contemplamos a Jesús en la Cruz. Todos se burlan de Él, incluso uno de los ladrones que está a su lado, que le injuriaba diciendo: “¿No eres tú el Cristo? Sálvate a ti mismo y a nosotros”. En cambio, el otro, Dimas, le reprendía de esta manera: “¿Ni siquiera tú que estás en el mismo suplicio temes a Dios?  Nosotros, en verdad, estamos merecidamente, pues recibimos lo debido por lo que hemos hecho; pero éste no hizo mal alguno. Y decía: Jesús, acuérdate de mí, cuando llegues a tu Reino”.

Jesús, premia su bondad y deseos de conversión, y le responde: “En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el Paraíso”. ¡Qué alegría la del buen ladrón! Es la alegría de los que suben a Jerusalén, fundada como ciudad bien compacta. "¡Qué alegría cuando me dijeron, vamos a la Casa del Señor” (cfr. Salmo).

Cristo es Rey, descendiente del Rey David (cfr. Primera Lectura); Rey de un Reino que ahora no vemos, pero que es totalmente real: más real que los reinos de este mundo. Su Reino vendrá. Lo pedimos, con fe, todos los días en el Padrenuestro: ¡Venga a nos tu Reino!.

En el himno que recoge la Carta de San Pablo a los Colosenses (cfr. Segunda Lectura), se mencionan todos los atributos de la  realeza de Cristo: es imagen del Dios invisible, primogénito de toda creatura, por Él fueron creadas todas las cosas, Él es antes que todas las cosas y todas subsisten en Él, es Cabeza de la Iglesia, es el Principio y Primogénito de entre los muertos, en El habita toda la plenitud, por Él el Padre reconcilia todos los seres consigo, restableciendo la paz por su Sangre derramada en la Cruz.

El prefacio de esta Solemnidad utiliza nueve adjetivos para describir cómo es el Reinado de Cristo: “regnum aeternum et universalem, regnum veritatis et vita, sanctitatis et gratia, iustitia, amoris et pacis” (prefacio de Cristo Rey). Es un Reino eterno y universal, un Reino de verdad y vida, de santidad y gracia, de justicia, amor y paz.

Pero, si su reinado no es de este mundo, dónde y cómo reina Cristo aquí en la tierra. La respuesta es: por su Amor, en nuestro corazón. Es ahí donde Él desea reinar. Por eso, la pregunta fundamental es ¿quiero dejar que Jesús reine en mi corazón?

Para dejarle reinar, necesitamos quitar todo lo que estorbe a su reinado. Especialmente nuestra soberbia, nuestro egoísmo, nuestros cálculos humanos, nuestro apegamiento a las cosas de aquí abajo.

«Cristo debe reinar, antes que nada, en nuestra alma. Pero qué responderíamos, si El preguntase: tú, ¿cómo me dejas reinar en ti? Yo le contestaría que, para que El reine en mí, necesito su gracia abundante: únicamente así hasta el último latido, hasta la última respiración, hasta la mirada menos intensa, hasta la palabra más corriente, hasta la sensación más elemental se traducirán en un hosanna a mi Cristo Rey» (San Josemaría Escrivá de Balaguer, Es Cristo que pasa, n. 180, 2).

El 7 de agosto de 1931, San Josemaría celebraba la Santa Misa en la quietud de una iglesia madrileña. En el momento de alzar la Sagrada Hostia —acababa de hacer in mente la ofrenda del Amor Misericordioso (*)—, vino a su pensamiento, con fuerza y claridad extraordinarias, aquello de la Escritura: "et si exaltatus fuero a terra, omnia traham ad me ipsum" (Jn 12, 32); “cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí”; “¡si vosotros me ponéis en la entraña de todas las actividades de la tierra cumpliendo el deber de cada momento, siendo mi testimonio en lo que parece grande y en lo que parece pequeño, entonces, mi Reino entre vosotros será una realidad!”.

La Eucaristía es el banquete del Gran Rey. Sobre el altar se ofrece Cristo para salvación de todos los hombres. Queremos que reine Cristo.

Terminamos con unas palabras de Benedicto XVI, hace un año:

“El autor del Apocalipsis amplía su mirada hasta la segunda venida de Cristo para juzgar a los hombres y establecer para siempre el reino divino, y nos recuerda que la conversión, como respuesta a la gracia divina, es la condición para la instauración de este reino (cf. Ap 1, 7). Se trata de una invitación apremiante que se dirige a todos y cada uno de nosotros: convertirse continuamente en nuestra vida al reino de Dios, al señorío de Dios, de la verdad. Lo invocamos cada día en la oración del "Padre nuestro" con la palabras "Venga a nosotros tu reino", que es como decirle a Jesús: Señor que seamos tuyos, vive en nosotros, reúne a la humanidad dispersa y sufriente, para que en ti todo sea sometido al Padre de la misericordia y el amor”.

(*) Ofrenda al Amor Misericordioso: "Padre Santo, por el Corazón Inmaculado de María, os ofrezco a Jesús vuestro Hijo muy amado, y me ofrezco a mí mismo, en El, por El y con El, a todas sus intenciones, y en nombre de todas las criaturas".

miércoles, 20 de noviembre de 2013

El deseo de Dios

El 7 de noviembre de 2012, Benedicto XVI pronunciaba su cuarta catequesis con motivo del Año de la Fe. En esa ocasión nos habló del “deseo de Dios” que está inscrito en el corazón de todos los hombres. Una muestra clara del amor a nuestros hermanos será colaborar con el Espíritu Santo para despertar el deseo de Dios en muchas personas que tenemos cerca.


AUDIENCIA GENERAL
(Miércoles 7 de noviembre de 2012)
El Año de la fe. El deseo de Dios

Queridos hermanos y hermanas:

     El camino de reflexión que estamos realizando juntos en este Año de la fe nos conduce a meditar hoy en un aspecto fascinante de la experiencia humana y cristiana: el hombre lleva en sí un misterioso deseo de Dios. De modo muy significativo, el Catecismo de la Iglesia católica se abre precisamente con la siguiente consideración: "El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por Dios y para Dios; y Dios no cesa de atraer al hombre hacia sí, y sólo en Dios encontrará el hombre la verdad y la dicha que no cesa de buscar" (n. 27).

     Tal afirmación, que también actualmente se puede compartir totalmente en muchos ambientes culturales, casi obvia, podría en cambio parecer una provocación en el ámbito de la cultura occidental secularizada. Muchos contemporáneos nuestros podrían objetar que no advierten en absoluto un deseo tal de Dios. Para amplios sectores de la sociedad Él ya no es el esperado, el deseado, sino más bien una realidad que deja indiferente, ante la cual no se debe siquiera hacer el esfuerzo de pronunciarse. En realidad lo que hemos definido como "deseo de Dios" no ha desaparecido del todo y se asoma también hoy, de muchas maneras, al corazón del hombre. El deseo humano tiende siempre a determinados bienes concretos, a menudo de ningún modo espirituales, y sin embargo se encuentra ante el interrogante sobre qué es de verdad "el" bien, y por lo tanto ante algo que es distinto de sí mismo, que el hombre no puede construir, pero que está llamado a reconocer. ¿Qué puede saciar verdaderamente el deseo del hombre?

     En mi primera encíclica Deus caritas est he procurado analizar cómo se lleva a cabo ese dinamismo en la experiencia del amor humano, experiencia que en nuestra época se percibe más fácilmente como momento de éxtasis, de salir de uno mismo; como lugar donde el hombre advierte que le traspasa un deseo que le supera. A través del amor, el hombre y la mujer experimentan de manera nueva, el uno gracias al otro, la grandeza y la belleza de la vida y de lo real. Si lo que experimento no es una simple ilusión, si de verdad quiero el bien del otro como camino también hacia mi bien, entonces debo estar dispuesto a des-centrarme, a ponerme a su servicio, hasta renunciar a mí mismo. La respuesta a la cuestión sobre el sentido de la experiencia del amor pasa por lo tanto a través de la purificación y la sanación de lo que quiero, requerida por el bien mismo que se quiere para el otro. Se debe ejercitar, entrenar, también corregir, para que ese bien verdaderamente se pueda querer.

     El éxtasis inicial se traduce así en peregrinación, "como camino permanente, como un salir del yo cerrado en sí mismo hacia su liberación en la entrega de sí y, precisamente de este modo, hacia el reencuentro consigo mismo, más aún, hacia el descubrimiento de Dios" (Enc. Deus caritas est, 6). A través de ese camino podrá profundizarse progresivamente, para el hombre, el conocimiento de ese amor que había experimentado inicialmente. Y se irá perfilando cada vez más también el misterio que este representa: ni siquiera la persona amada, de hecho, es capaz de saciar el deseo que alberga en el corazón humano; es más, cuanto más auténtico es el amor por el otro, más deja que se entreabra el interrogante sobre su origen y su destino, sobre la posibilidad que tiene de durar para siempre. Así que la experiencia humana del amor tiene en sí un dinamismo que remite más allá de uno mismo; es experiencia de un bien que lleva a salir de sí y a encontrase ante el misterio que envuelve toda la existencia.

     Se podrían hacer consideraciones análogas también a propósito de otras experiencias humanas, como la amistad, la experiencia de lo bello, el amor por el conocimiento: cada bien que experimenta el hombre tiende al misterio que envuelve al hombre mismo; cada deseo que se asoma al corazón humano se hace eco de un deseo fundamental que jamás se sacia plenamente. Indudablemente desde tal deseo profundo, que esconde también algo de enigmático, no se puede llegar directamente a la fe. El hombre, en definitiva, conoce bien lo que no le sacia, pero no puede imaginar o definir qué le haría experimentar esa felicidad cuya nostalgia lleva en el corazón. No se puede conocer a Dios sólo a partir del deseo del hombre. Desde este punto de vista el misterio permanece: el hombre es buscador del Absoluto, un buscador de pasos pequeños e inciertos. Y en cambio ya la experiencia del deseo, del "corazón inquieto" –como lo llamaba san Agustín–, es muy significativa. Esta atestigua que el hombre es, en lo profundo, un ser religioso (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 28), un "mendigo de Dios". Podemos decir con las palabras de Pascal: "El hombre supera infinitamente al hombre" (Pensamientos, ed. Chevalier 438; ed. Brunschvicg 434). Los ojos reconocen los objetos cuando la luz los ilumina. De aquí el deseo de conocer la luz misma, que hace brillar las cosas del mundo y con ellas enciende el sentido de la belleza.

     Debemos por ello sostener que es posible también en nuestra época, aparentemente tan refractaria a la dimensión trascendente, abrir un camino hacia el auténtico sentido religioso de la vida, que muestra cómo el don de la fe no es absurdo, no es irracional. Sería de gran utilidad, a tal fin, promover una especie de pedagogía del deseo, tanto para el camino de quien aún no cree como para quien ya ha recibido el don de la fe. Una pedagogía que comprende al menos dos aspectos. En primer lugar aprender o re-aprender el gusto de las alegrías auténticas de la vida. No todas las satisfacciones producen en nosotros el mismo efecto: algunas dejan un rastro positivo, son capaces de pacificar el alma, nos hacen más activos y generosos. Otras, en cambio, tras la luz inicial, parecen decepcionar las expectativas que habían suscitado y entonces dejan a su paso amargura, insatisfacción o una sensación de vacío. Educar desde la tierna edad a saborear las alegrías verdaderas, en todos los ámbito de la existencia –la familia, la amistad, la solidaridad con quien sufre, la renuncia al propio yo para servir al otro, el amor por el conocimiento, por el arte, por las bellezas de la naturaleza–, significa ejercitar el gusto interior y producir anticuerpos eficaces contra la banalización y el aplanamiento hoy difundidos. Igualmente los adultos necesitan redescubrir estas alegrías, desear realidades auténticas, purificándose de la mediocridad en la que pueden verse envueltos. Entonces será más fácil soltar o rechazar cuanto, aun aparentemente atractivo, se revela en cambio insípido, fuente de acostumbramiento y no de libertad. Y ello dejará que surja ese deseo de Dios del que estamos hablando.

     Un segundo aspecto, que lleva el mismo paso del precedente, es no conformarse nunca con lo que se ha alcanzado. Precisamente las alegrías más verdaderas son capaces de liberar en nosotros la sana inquietud que lleva a ser más exigentes –querer un bien más alto, más profundo– y a percibir cada vez con mayor claridad que nada finito puede colmar nuestro corazón. Aprenderemos así a tender, desarmados, hacia ese bien que no podemos construir o procurarnos con nuestras fuerzas, a no dejarnos desalentar por la fatiga o los obstáculos que vienen de nuestro pecado.

     Al respecto no debemos olvidar que el dinamismo del deseo está siempre abierto a la redención. También cuando este se adentra por caminos desviados, cuando sigue paraísos artificiales y parece perder la capacidad de anhelar el verdadero bien. Incluso en el abismo del pecado no se apaga en el hombre esa chispa que le permite reconocer el verdadero bien, saborear y emprender así la remontada, a la que Dios, con el don de su gracia, jamás priva de su ayuda. Por lo demás, todos necesitamos recorrer un camino de purificación y de sanación del deseo. Somos peregrinos hacia la patria celestial, hacia el bien pleno, eterno, que nada nos podrá ya arrancar. No se trata de sofocar el deseo que existe en el corazón del hombre, sino de liberarlo, para que pueda alcanzar su verdadera altura. Cuando en el deseo se abre la ventana hacia Dios, esto ya es señal de la presencia de la fe en el alma, fe que es una gracia de Dios. San Agustín también afirmaba: "Con la espera, Dios amplía nuestro deseo; con el deseo amplía el alma, y dilatándola la hace más capaz" (Comentario a la Primera carta de Juan, 4, 6: pl 35, 2009).

     En esta peregrinación sintámonos hermanos de todos los hombres, compañeros de viaje también de quienes no creen, de quién está a la búsqueda, de quien se deja interrogar con sinceridad por el dinamismo del propio deseo de verdad y de bien. Oremos, en este Año de la fe, para que Dios muestre su rostro a cuantos le buscan con sincero corazón. Gracias.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Mensajes de 2013 (semana 46)

A continuación ofrecemos resúmenes breves de algunos mensajes seleccionados que han aparecido en la Red durante la cuadragésima sexta semana de 2013.

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Estos mensajes tienen como fin principal hacernos fuertes y constantes en la oración, lo cual se traducirá en un aumento de nuestro amor a Dios y en una vida de seguimiento fiel a las enseñanzas de Cristo. Destacamos, en negritas, algunas ideas en cada mensaje.

Reseña de algunos mensajes (2013, semana 46)

Maria Divine Mercy (mensajes de Dios Padre, Jesucristo y la Virgen)
(The Warning) (El Aviso de Dios)
Nota aclaratoria: aunque algunos comentaristas católicos (e incluso Obispos) hayan expresado una opinión personal negativa acerca de los mensajes recibidos por MDM, hasta ahora, la autoridad local o universal, con jurisdicción para ello, no los ha desautorizado, lo cual permite a los fieles católicos leerlos y difundirlos. No se ha de olvidar la necesidad de orar y pedir discernimiento para que el Espíritu Santo nos conduzca finalmente a la Verdad completa.
26 nov 2013 (17:52) – Jesús viene para salvar a todos los hombres. No discrimina a ninguno. Sus enemigos la causan gran dolor, pero los ama a todos y desea su salvación. Dios ama siempre al pecador. El pecado le hace sufrir, pero siempre tendrá los brazos abiertos hacia el pecador. Nada nos puede separar de Dios si le pedimos que nos perdone. Esta Misión es para salvar almas, para perdonar a todos los que se arrepientan. El Señor nos se queda quieto mientras el demonio intenta destruir nuestras almas. Él ha muerto por todos los hombres y no se quedará pasivo. Hará todo lo que pueda para salvarnos. Sin embargo, al final, la decisión es nuestra. Recemos para que todos acepten la Misericordia de Dios. 
27 oct 2013 (23:30) – Si el mundo secular aplaude a la Iglesia, es señal de que las dos realidades están a punto de fusionarse. El Señor no aprueba que la Iglesia funcione con criterios políticos, económicos, etc., porque así se desvirtúa su fin y naturaleza. La Iglesia está fundamentada en la Palabra de Dios, y en la Verdad: en Jesucristo. El mundo nunca aceptará que la Iglesia denuncie el pecado y predique la existencia del infierno. Jesús nos pide que utilicemos sus Palabras para anunciar el Evangelio y que no las manipulemos para nuestros fines humanos.   
29 oct 2013 (19:30) – María, Nuestra Madre, se dirige a sus hijos sacerdotes para pedirles que, cuando se empiecen a difundir las herejías a su alrededor, no se desconcierten, sino que acudan a Ella y le pidan que los Consagre a su Hijo para que Él cubra con su Preciosa Sangre a los sacerdotes. La Iglesia de Jesús se convertirá en la sede del anticristo. La Iglesia será perseguida y desacralizada. Desde su sede en la Iglesia, el anticristo se declarará a sí mismo como el mesías. Multitudes, en todas las naciones, aclamarán y seguirán al anticristo. La Virgen nos da una Oración de Cruzada (n° 125) para defender la Palabra Santa de Dios. Jesús nos ayudará durante la persecución.  
30 oct 2013 (18:00) Cuando el Espíritu Santo desciende sobre una persona, al principio puede generar un sentimiento de perplejidad o temor, pero más tarde, a medida que va penetrando su acción divina en la persona, hay una entrega completa a la Voluntad de Dios, de modo que dejamos de confiar en nuestro propio entendimiento y adquirimos una sabiduría que es de Dios. Una vez que se ha superado el temor inicial, viene una gran paz al alma. La persona supera sus limitaciones de carácter (timidez, cobardía, etc.) para proclamar valientemente la Palabra de Dios. Todas las almas que reciban al Espíritu Santo, sin excepción, se rendirán libremente a la Voluntad de Dios y se les infundirá una fortaleza extraordinaria, que viene de Dios.   
31 oct 2013 (23:30) – En este mensaje, Jesús nos habla de la importancia de la humildad. Dios nos creo libres. Nos concedió este gran don para que lo utilizáramos bien. El demonio sedujo a nuestros primeros padres y les utilizar mal su libertad y pecar. Mientras estamos en este mundo el demonio -que es soberbio y padre de la mentira- influye en nosotros y nos arrastra al pecado. Por eso ha muerto Jesús: para que, siguiéndolo a Él, podamos vernos libres del pecado, imitando a Jesús, humilde y manso de corazón. Es fundamental, por tanto, luchar por ser humildes: reconocer que somos pecadores, no creernos superiores a los demás, no criticar a los demás, ser sencillos y buscar siempre la ayuda de Dios porque solos no podemos. Pidamos ser verdaderamente humildes. 
1 nov 2013 (23:17) Jesús aconseja a MDM que no haga caso a las críticas que recibe, por difundir estos Mensajes. Muchos lo hacen pensando que así demuestran su amor a Jesucristo. Pero el Señor no puede aceptar que un hombre critique, difunda mentiras y rumores viles acerca de estos Mensajes, que son suyos. Sólo Jesús tiene la Autoridad de revelarnos ahora la Verdad. Él nos hará ver la mentira, cuando se presente con apariencia de verdad, o la blasfemia de aquellos que pretenden ser mensajeros de la Palabra de Dios. Pronto, la Iglesia Católica anunciará cambios profundos en su estructura, con la escusa de los pecados que existen entre los católicos. Se utilizará a muchos sacerdotes buenos como chivos expiatorios, se les expulsará y se permitirá así que los enemigos de Dios tomen el control. Estos cambios vendrán pronto y asombrarán a muchos. Se fragmentará tanto la Iglesia que se perderá toda confianza en ella. Generarán un gran temor y, luego, la Iglesia Católica (falsa) aparecerá como una institución llena de fuerza para guiar a los hombres hacia una nueva religión mundial. Esa institución no predicará la Palabra de Dios y no permanecerá fiel a la Verdadera Iglesia de Jesucristo, que nunca podrá ser destruida.     
2 nov 2013 (20:30) La mayor persecución contra los cristianos, vendrá de sus hermanos cristianos. Pronto veremos la declaración de nuevas oraciones en una nueva liturgia. Los mayores cambios se referirán a la Santa Comunión, que se presentará como algo que no tiene relación con la Muerte y Pasión de Cristo. Dirán que su significado es meramente humano: de unión de todos los hombres entre sí. Muchos no notarán estos cambios. El Señor nos pide que nunca abandonemos la Verdad.
3 nov 2013 (19:07) – Jesús nos hace ver cómo son los ataques de Satanás. Las almas que están en estrecha relación con el demonio suelen no cejar en sus ataques a los hombres que tratan de difundir el Evangelio y están unidos al Señor. Esas almas suelen estar llenas de orgullo. Les falta la humildad para reconocer que no son superiores a los demás. A veces, podremos sentir, al recibir esos ataques, como si nos dieran una patada en el estómago, que es un típico ataque de Satanás. No tenemos derecho a juzgar ni a criticar a nuestros hermanos. No tenemos derecho a despreciar ninguna espiritualidad, ni hablar más de los demás o rechazarlos. Ataques de ese estilo no provienen de Dios. Ninguno tiene derecho a criticar la Palabra de Dios. Es un gran pecado de blasfemia. 
4 nov 2013 (16:00) El Señor nos anuncia que la gran batalla por las almas ha comenzado. Es una batalla entre dos bandos de las Iglesias Cristianas. Los que militan en la falsa iglesia cambiarán las Leyes de Dios, harán una nueva constitución, olvidarán la Palabra de Dios, negarán la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo. Y todo esto lo presentarán con un lenguaje atractivo y que engañará a muchos. Nosotros, que estamos preparándonos para el Gran Día del Señor y para su Segunda Venida, hemos de estar más vigilantes, pues todo se cumplirá tal como Dios no los ha anunciado. Hemos de rezar por todos los hombres, especialmente por los que están en peligro de perder su alma. 
5 nov 2013 (11:00) En el momento actual, hay pocos que esperan la Venida del Señor, ya cercana. Muchos piensan que está muy lejos aún. Sólo unos pocos están preparados para todo lo que tiene que venir. Otro están como dormidos y, cuando se presente la apostasía, no estarán bien preparados. El Señor perdonará, al final, a todos los que se arrepientan de sus pecados y lo reconozcan a Él. En estos tiempos, Jesús habla al corazón de cadas uno de nosotros, nos llena de su Amor y nos dar su Gracia para enfrentar con decisión las dificultades. Sufriremos, especialmente por la apostasía, pero el Señor no nos abandonará. 
7 nov 2013 (18:35) Jesús nos enseña que Él perdonará a todos los pecadores, pero si de verdad se arrepienten de sus pecados. No basta pensar que Dios es Bueno y que salvará a todos. No es verdad que tengamos derecho a la salvación de modo natural. Es necesario reconocer que existe el pecado, que somos pecadores y que nadie alcanzará la salvación sin una fe pura y un amor sincero a Dios y a nuestros hermanos. Hay muchos que se creen buenos cristianos, pero reciben la Sagrada Comunión con un alma ennegrecida, porque no reconocen su vida llena de pecado. Les parece que los pecados que comenten son insignificantes. Pronto presenciaremos eventos que confirmarán las profecías del Señor. Pronto veremos cómo algunos en la Iglesia buscarán una unión con el mundo secularizado, que nada tiene que ver con lo que Cristo quiere para su Esposa
8 nov 2013 (12:09) Nuestra Señora nos enseña que las misiones verdaderas que Dios suscita entre los hombres, para anunciar su Palabra y llevar a los hombres a la conversión, son siempre atacadas por muchos. No nos tiene que extrañar que esto suceda, porque también su Hijo tuvo que pasar por ese desprecio de los hombres. En cambio, cuando todos aplauden a un hombre o a una misión, hemos de desconfiar de ella, pues Satanás no fomenta ataques a las personas o instituciones que favorecen sus plantes y son falsas. La Virgen nos pide que nunca odiemos a nadie. No podemos estar unidos a Cristo si hay odio en nuestro corazón. Lo que tenemos que hacer es rezar, rezar, rezar, y seguir el ejemplo de Jesús.  
Javier Viesca (mensajes de Dios Padre, Jesucristo y la Virgen)
2 nov 2013 – Un mensaje de la Virgen. Nos anuncia que ya estamos en el tiempo de la gran Purificación. Satanás tiembla porque sabe que, cuando Dios Padre dé la orden de ataque, él perderá. Acudamos a María en este tiempo. Ella puede obtenernos todas las gracias que necesitamos. Desea nuestra salvación eterna. Ella nos enseñará a amar. Seremos transformados por la Luz del Espíritu Santo y la Virgen nos preparará para ese momento.
Pelianito (mensajes de Jesucristo)
(The Pelianito Journal Blog)
10 nov 2013 – Hay muchas cosas por venir, pero nunca hemos de perder la esperanza. Todo tiene que suceder, pues el Señor quiere renovar todo, en el Espíritu. Dios ha visto suficiente pecado en el mundo. Se ha llegado al culmen en esto. No tengamos miedo, pero recemos por los que morirán de modo súbito. Nuestras oraciones por quienes intercedemos, harán toda la diferencia. Mantengamos la esperanza. Tendremos la fortaleza para soportar mucho, como San Pablo. Pongamos nuestra esperanza en el Señor y no en nosotros. Él está cerca.   
Darly Chagas (mensajes de Nuestra Señora)
(Our Lady's messages received by Darly Chagas)
15 sep 2013 –  Muy pronto, un gran castigo vendrá sobre el mundo. Dios ha concedido al mundo un tiempo largo para arrepentirse. Ahora ha terminado. Viene el tiempo final. El Santo Rosario es el arma más poderosa que existe. Aumentemos nuestra fe, pues los días serán más dolorosos. La Confesión de nuestros pecados con verdadero arrepentimiento, es el medio más eficaz para estar en Gracia. Recemos por la Santa Iglesia. Será sacudida por la falta de fe de muchos. Pero no caerá. Pronto sabemos porqué Dios ha querido que haya dos Papas en este tiempo final. Viene un evento terrible para el que hay que prepararse
Jabez (mensajes de Dios, Alfa y Omega)
(Jabez In Action)
8 nov 2013 – No dudemos de la acción de la gracia. Seamos humildes ante el Señor. Admitamos nuestros pecados. Busquemos a los sacerdotes y aceptemos el plan divino de Dios. 
9 nov 2013 – Millones de personas confían en los caminos del mundo. No pensemos,, ni por un instante, que nosotros somos los que decidimos las cosas. Dejemos a un lado nuestro amor propio y vivamos sólo para el Señor.  
10 nov 2013 – Cada día, busquemos vivir en unión con Dios. Confiemos en que todo lo que hacemos tiene importancia. Todo lo que pensamos, hablamos o hacemos, importa. Rompamos con los modos mundanos. 
11 nov 2013 – Recemos por todos los que son engañados. Recemos por los que se hayan en poder de Satanás. Recemos por los de corazón endurecido. Nunca nos demos por vencidos. Invitemos a los santos a rezar junto a nosotros.  
12 nov 2013 – No rehusemos la acción de la gracia en nuestras vidas. Aceptemos las correcciones de Dios y crezcamos en santidad. Cuando pequemos, busquemos a los sacerdotes para no separarnos del Señor. 
13 nov 2013 – No vivamos como si fuéramos independientes. Todo lo que tenemos, procede de Dios. Seamos agradecidos. Que la humildad sea nuestra manera de vivir. No usurpemos la autoridad de Dios. Él es el Dueño de todo.
14 nov 2013 – Hemos sido creados para dar gloria a Dios y sólo a El. Satanás planea destruirnos. Millones han abandonado a Dios y reclaman su Ira. El Señor sabe qué es lo mejor para cada uno de nosotros.
15 nov 2013 – El Señor tiene planes para nosotros. Aceptemos sus correcciones. Sirvamos en obediencia y humildad. Satanás desea aumentar sus ataques. Confiemos en que todo contribuye para mayor bien nuestro.
Vidente de Jaén (mensajes de Jesucristo)
(A Dios lo que es de Dios)
13 nov 2013 – Jesús aconseja educar bien a los hijos, para que no sean futuros delincuentes. Hay que enseñarles a ser educados, a vivir como hijos de Dios. Hay que formarlos en las virtudes con fortaleza y suavidad. Hay que formarlos en la piedad, para que aprendan a tratar a Dios como a su Padre.   
Glynda Lomax (mensajes del Señor)
(Wings of Prophecy)
10 nov 2013 – El Señor quiere prepararnos para lo que viene y nos pide un tiempo de intensa oración. La importancia de este momento no puede ser subestimado. Todos tenemos una misión importante en su Reino. Dios desea que pasemos más tiempo en oración. Él recompensará nuestra obediencia. Recemos por las cosas que nos importan más y el Señor responderá a nuestra oración. 
11 nov 2013 – El Señor desea mostrar más su misericordia. Nos pide que seamos misericordiosos con nuestros hermanos. Desterremos el odio de nuestro corazón. Aprendamos a perdonar. Sólo así viviremos en libertad. Pidamos todo esto al Señor
Sharon Fitzpatrick (mensajes de la Virgen)
(Petals from Heaven)
10 nov 2013 – Aunque el mundo se empeñe en alejarse de Dios, Él sigue manteniendo su Amor por las creaturas, nos guarda en su corazón y derrama abundantemente su misericordia sobre nosotros. . 
13 nov 2013 – María nos alienta a llevar nuestras cruces con alegría. Si acudimos a Ella, nos ayudará a llevar todos nuestras penas y sufrimientos con fortaleza. 
Enoc (mensajes de Jesucristo, la Virgen y otros)
(Mensajes de Salvación de Jesús el Buen Pastor)
9 nov 2013 (08:15 am) – Jesús el Buen Pastor se dirige a nosotros. Pronto caerán las economías del mundo. Vendrá una hecatombe financiera. Por eso el Señor nos aconseja no atesorar en este mundo bienes materiales. Nuestro Tesoro es Jesús. También son un tesoro nuestros hermanos a quienes debemos nuestras obras de misericordia. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos.   
Pedro Régis (mensajes de la Virgen)
9 nov 2013 – El humo de Satanás se extenderá en el interior de la Iglesia y habrá una gran confusión.  
11 nov 2013 – Cuando todo parezca perdido surgirá para nosotros la gran victoria de Dios. Muchos hijos de Dios se contaminarán a través del pecado. Caminamos hacia un futuro doloroso, pero después del dolor el Señor transformará la tierra y todos viviremos felices.
12 nov 2013 – Después de la tribulación, Dios enjugará nuestras lágrimas y veremos los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra. La humanidad encontrará la paz con el triunfo definitivo del Corazón Inmaculado de María.
Julie Wedbee (mensajes de Jesucristo)
(Behold I Come)
11 nov 2013 – El Señor nos comunica dos mensajes este día. En el primero nos dice que Nuestro Rey ha llegado. Él está aquí. Mientras el mundo cae cada vez más profundamente, El Señor acerca hacia Sí, cada vez más, a su Iglesia. Sintamos la presencia de Dios en nosotros. nada puede separarnos de su Amor. Las cadenas han sido rotas y la victoria es nuestra. Mantengamos la mirada en el Señor. En el segundo mensaje, Jesús nos dice que no permitirá que seamos tomados por sorpresa con los eventos cósmicos que se avecinan. En estos próximos tres días, como sucedió en la Resurrección de Cristo, también el Señor unirá su Iglesia a Sí. El Señor nos ha prometido las primeras y las últimas lluvias. El Señor derrama sobre nosotros su unción. Antes del Gran Día del Señor, la tierra temblará como nunca antes. Pronto, todos sabremos que Jesús Es el que Es y toda su Creación reaccionará a su Venida.  

viernes, 15 de noviembre de 2013

Con la paciencia salvaréis vuestras almas

En el domingo XXXIII del tiempo ordinario, cuando ya sólo faltan dos semanas para que termine el Año Litúrgico, la Iglesia nos habla sobre la paciencia, virtud indispensable cuando llegue el Día de Yahveh.


Las Lecturas que nos propone meditar son las siguientes:

• Ml 3, 19-20a. Os iluminará un sol de justicia.
• Sal 97. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
• 2Ts 3, 7-12. Si alguno no quiere trabajar, que no coma.
• Lc 21, 5-19. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.

En la Primera Lectura, el profeta Malaquías trata sobre el Día de Yahveh, el Día de su Venida. Con estas palabras está profetizando la Segunda Venida de Cristo y al Juicio Final.

En el n° 678, el Catecismo de la Iglesia Católica hace referencia a este texto de Malaquías, y comenta lo siguiente: “Siguiendo a los profetas (cf. Dn 7, 10; Jl 3, 4; Ml 3, 19) y a Juan Bautista (cf. Mt 3, 7  - 12), Jesús anunció en su predicación el Juicio del último Día. Entonces, se pondrán a la luz la conducta de cada uno (cf. Mc 12, 38  - 40) y el secreto de los corazones (cf. Lc 12, 1  - 3; Jn 3, 20  - 21; Rm 2, 16; 1Co 4, 5). Entonces será condenada la incredulidad culpable que ha tenido en nada la gracia ofrecida por Dios (cf Mt 11, 20  - 24; Mt 12, 41 - 42)”.

En cambio, para los que temen al Señor y perseveren en el amor, saldrá el “Sol de Justicia”.

Esta expresión de Malaquías, “Sol de Justicia”, se aplicó ya desde el comienzo a Cristo y quedó como uno de los apelativos cristológicos más utilizados (cfr. Orígenes, Comentario al Cantar de los Cantares, Libro II).

En el Salmo 97 cantaremos, con toda la creación, la llegada del Sol de Justicia: “los montes gritan de alegría, ante el rostro de Yahveh, pues viene a juzgar a la tierra; él juzgará al orbe con justicia, y a los pueblos con equidad” (Salmo 97, 8-9).

En la Segunda Lectura (de San Pablo a los Tesalonicenses), el Apóstol los amonesta a trabajar para obtener así el propio sustento. Había algunos hermanos que, ante la perspectiva de la inminente Venida de Jesucristo, en la Parusía, habían dejado de trabajar. Es una advertencia para nosotros, que también ahora esperamos la Venida del Señor. Jesús desea que nos mantengamos vigilantes, pero que continuemos ocupándonos de nuestra vida ordinaria, en la que hemos de buscar la santificación personal y la de nuestros hermanos, a través del cumplimiento fiel de nuestros deberes, por medio de las cosas pequeñas que tenemos entre manos que, hechas por amor, nos preparan para el Retorno de Cristo.

En el Evangelio (Lc 21, 5-19), Jesús habla a sus discípulos, desde una ladera del Monte de los Olivos, sobre la destrucción del Templo de Jerusalén y de las señales del Fin de los Tiempos. “¿Cuándo acontecerá esto, y cuál será la señal de que comienza a suceder?”, le preguntan los apóstoles. Y el Señor les habla de falsos mesías, rumores de guerras y revoluciones; grandes terremotos, hambre y peste; cosas aterradoras y grandes señales en el cielo; persecuciones y cárcel… “Seréis odiados por todos a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. Con vuestra paciencia salvaréis vuestras almas”, concluye el Señor.

La paciencia y la perseverancia serán virtudes de gran valor para los tiempos de la Gran Tribulación.

La paciencia es una virtud que conserva «el bien de la razón contra la tristeza para que la razón no sucumba a ella» (Santo Tomás de Aquino, S.Th., II-II, q.136, a. 1). Consiste en «soportar con igualdad de ánimo los males ajenos» (ibídem). La paciencia, como dice San Pablo, es fruto de la caridad (caritas patiens est). No puede darse la paciencia verdadera sin la gracia. La paciencia y la longanimidad son los frutos del Espíritu Santo correspondientes al don de la fortaleza (q. 139, a.2).

La perseverancia es una virtud especial cuya función es soportar, cuanto sea necesario, la duración en los actos de fortaleza y templanza, y en todos los demás: soportar la duración de la obra virtuosa. Mantenerse firmes en el bien. Se le opone la flojedad. Es propio del flojo apartarse del bien por la tristeza que causa la privación de los placeres.

Necesitaremos paciencia y perseverancia (partes potenciales de la virtud de la fortaleza, y referidas al acto de resistir) para resistir al Maligno, especialmente en sus ataques a la Iglesia.

En una carta del 28 de marzo de 1973, San Josemaría Escrivá de Balaguer escribía a los fieles del Opus Dei lo siguiente: “Deseo insistiros, para que permanezcáis vigilantes y perseveréis en la oración: vigilate, et orate, ut non intretis in tentationem (Mt. 26, 41): ¡alerta y rezando!, así ha de ser nuestra actitud, en medio de esta noche de sueños y de traiciones, si queremos seguir de cerca a Jesucristo y ser consecuentes con nuestra vocación. No es tiempo para el sopor; no es momento de siesta: hay que perseverar despiertos, en una continua vigilia de oración y de siembra”.

Recordemos, a este propósito, las palabras de Santa Teresa de Jesús:
Importa mucho, y del todo, una grande y muy determinada determinación de no parar hasta llegar a ella (a la san­tidad), venga lo que viniere, suceda lo que sucediere, trabájese lo que se trabajare, murmure quien murmurare, siquiera llegue allá, siquiera se muera en el camino o no tenga corazón para los trabajos que hay en él, siquiera se hunda el mundo” (Sta. Teresa, Camino de perfección, 21, 2).
Y también aquellas otras, tan conocidas, de la Santa de Ávila:
Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta, sólo Dios basta” (Sta. Teresa, Poesía IX).
Sólo Dios basta”. Ese es el gran secreto.

“Siempre es hora de amar al Señor —dice San Josemaría a sus hijos—, pero hemos de acercarnos aún más a Él en estos tiempos de indiferencia y mal comportamiento. Y esto nos obliga a buscar cada día más la intimidad con Dios”.

martes, 12 de noviembre de 2013

Nuestra hermana la muerte

Estamos en el mes de noviembre. La Iglesia nos invita a meditar con más frecuencia y profundidad en los Novísimos o Postrimerías, es decir, en las realidades últimas que encontraremos, cada uno de nosotros, al terminar esta vida terrena.

Jorge Manrique (1440-1479)

De modo tradicional, se mencionan cinco novísimos: Muerte, Juicio, Infierno, Cielo y Purgatorio.

Hoy, reflexionaremos un poco sobre la primera de ellas: la muerte.

Aunque sabemos que, en los últimos tiempos, no todos los hombres morirán, sino que algunos serán transformados y pasarán de la vida terrena directamente al Nuevo Paraíso (cfr. 1 Cor 15, 51-53), parece ser que la gran mayoría de los hombres, de esta generación, tendrán que pasar por la muerte, como ha sucedido con prácticamente todos los hombres que han vivido en la tierra, en las generaciones anteriores a la nuestra.

Pensemos, por ejemplo, en los millones de antepasados nuestros, ya difuntos. De la mayoría de ellos no queda ningún recuerdo. De algunos pocos miles quedan muy pocos recuerdos. A lo más, su partida de bautismo, el registro de su confirmación, su partida de matrimonio y su partida de enterramiento; todo esto, en los libros sacramentales de la parroquia en la que vivieron (cfr. www.bisabuelos.com).

Como escribía Jorge Manrique (1440-1479), en las Coplas por la muerte de su padre, la hora de nuestra muerte (o la de la Segunda Venida de Cristo), sólo Dios la conoce y llegará tan silenciosa e improvisadamente como llega un ladrón (cfr. 2 Pe 3, 10): “Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte, contemplando, cómo se pasa la vida, como se viene la muerte, tan callando”.

En las partidas de enterramiento se mencionan, con frecuencia, las causas de la muerte (una enfermedad larga o repentina, un accidente…). También se deja constancia de si el difunto murió en el lugar de residencia o en una tierra lejana. “Murió en Castilla” dice, por ejemplo, la partida de defunción de un antepasado nuestro que vivía en Ampuero, Cantabria, a mediados del siglo XVII.

La realidad de la muerte nos ayuda a recordar que la vida es fugaz, caduca, transitoria. Además, es muy breve. “Tempus breve est” (1 Cor 7, 29), decía San Pablo, para recordarnos la importancia de aprovechar bien los días que tenemos para buscar la santidad en este tierra. Aprovechar el tiempo es tratar de llenarlo de amor a Dios y a nuestros hermanos porque, “a la tarde —escribía San Juan de la Cruz— nos examinarán sobre el amor”.

No hay que temer la muerte. Los santos la han recibido como una “hermana” (por ejemplo, San Francisco de Asís). San Josemaría, en el punto 739 de Camino nos dice: “No tengas miedo a la muerte. –Acéptala, desde ahora, generosamente..., cuando Dios quiera..., como Dios quiera..., donde Dios quiera. –No lo dudes: vendrá en el tiempo, en el lugar y del modo que más convenga..., enviada por tu Padre–Dios. –¡Bienvenida sea nuestra hermana la muerte!”.

La muerte nos abre la puerta a la Vida. En una colecta de la Misa Común de Santa María, le pedimos que interceda por nosotros “para que libres de las tristezas actuales, disfrutemos para siempre de la alegría que no acaba” (“a praesenti liberari tristitia e aeterna perfrui laetitia”). Este texto lo recitó San Josemaría Escrivá de Balaguer, durante su última Misa, en la mañana del 26 de junio de 1975.

El siervo de Dios, Mons. Álvaro del Portillo, primer sucesor de San Josemaría Escrivá de Balaguer, solía decir, cuando llegaba el mes de noviembre, que la meditación de los novísimos nos ayuda a rectificar la marcha de nuestro caminar terreno, a aprovechar mejor el tiempo, a no dejarnos absorber por los cuidados y necesidades de la tierra, a no permitir que nuestro corazón se apegue a nada de aquí abajo, a fomentar el horror al pecado, en todas sus manifestaciones, y a sentir la urgencia de un apostolado constante: más intenso y extenso, más descarado, más exigente.

Unos diez años antes de morir, nos confesaba que todas las noches, tras hacer el acto de aceptación de la muerte, se dirigía a Jesús con las siguientes palabras: “Señor, acepto la muerte en remisión de mis pecados, cuando quieras, donde quieras, como quieras”. Y luego añadía: “ahora mismo, si quieres; pero como también querría saltarme el Purgatorio a la torera, si me das, Señor, un poquito de tiempo más, para borrar con mucho amor todos mis pecados y rellenar todos los huecos las omisiones— que hay en mi vida, te lo agradeceré”.

Cuando, meditando en la muerte, nos encontremos con las manos semivacías, podemos hacer el propósito de recuperar el tiempo perdido. ¿Cómo? “A base de poner, ahora, más intensidad en lo que hacemos, es decir, más amor, más humildad. Porque la humildad lleva a que el arrepentimiento sea más intenso y, por consiguiente, a que el amor sea más fuerte” (palabras de Don Álvaro del Portillo en 1984).

domingo, 10 de noviembre de 2013

Mensajes de 2013 (semana 45)

A continuación ofrecemos resúmenes breves de algunos mensajes seleccionados que han aparecido en la Red durante la cuadragésima quinta semana de 2013.


Estos mensajes tienen como fin principal hacernos fuertes y constantes en la oración, lo cual se traducirá en un aumento de nuestro amor a Dios y en una vida de seguimiento fiel a las enseñanzas de Cristo. Destacamos, en negritas, algunas ideas en cada mensaje.

Reseña de algunos mensajes (2013, semana 45)

Maria Divine Mercy (mensajes de Dios Padre, Jesucristo y la Virgen)
(The Warning) (El Aviso de Dios)
Nota aclaratoria: aunque algunos comentaristas católicos (e incluso Obispos) hayan expresado una opinión personal negativa acerca de los mensajes recibidos por MDM, hasta ahora, la autoridad local o universal, con jurisdicción para ello, no los ha desautorizado, lo cual permite a los fieles católicos leerlos y difundirlos. No se ha de olvidar la necesidad de orar y pedir discernimiento para que el Espíritu Santo nos conduzca finalmente a la Verdad completa.
21 oct 2013 (10:56) – Jesús, en este mensaje, nos presenta el panorama que aparecerá ante nuestros ojos después del Cisma en la Iglesia. La mayor parte de los católicos irán detrás del anticristo y del falso profeta. Serán engañados por ellos aunque, en el fondo, conocerán cuál es la Verdad como les sucedía, por ejemplo, a los fariseos. Libremente decidirán ponerse del lado de la mentira, por orgullo y amor propio. Luego, perseguirán a sus hermanos, que son fieles a Jesucristo. Todo esto, el Señor lo permite para purificar al mundo. Será el momento en que separará a los buenos de los manos, al trigo de la cizaña. Esta traición le hace sufrir enormemente al Señor. Jesús nos pide que recordemos estas palabras suyas para no poner antes que él a los dioses mundanos y caer, así, en la Ira de Dios
22 oct 2013 (13:20) – El anticristo introducirá una filantropía secularizada, que será un engaño para hacernos creer que él y sus secuaces son buenos. El triángulo es el signo de la trinidad no santa, y lo llevarán quienes se vean involucrados en esa actividad filantrópica del anticristo. Muchos hombres darán su dinero para colaborar con ella, pensando que así se remediará la pobreza en el mundo. No se darán cuenta de las verdaderas intenciones del anticristo. A ese movimiento se unirán los grandes banqueros del mundo. Se organizará, de esta manera, la nueva religión del anticristo. Se suprimirá la adoración de la Eucaristía y se suprimirán las imágenes de los santos. Al final se detendrá la acción maligna de los malos, pero antes tendremos que sufrir todas las pruebas que están profetizadas.     
22 oct 2013 (13:30) – Más de la mitad de los sacerdotes irán detrás del anticristo y falso profeta. Pero quedarán los sacerdotes fieles que se encargarán de seguir propagando el Evangelio y la verdad de las enseñanzas de Cristo. Muchos fieles serán rechazados por hombres que, aparentemente, conocen muy bien las Escrituras y las Enseñanzas de la Iglesia. Sucederá lo mismo que le pasó a la Virgen cuando pedía posada en Belén. El Señor se refiere no sólo a quienes siguen estos mensajes, sino a todos los hombres de buena fe que que le aman y conocen la Verdad. Todos, recibiremos el Don del Espíritu Santo. Y comenzará la persecución. Estos días están casi encima de nosotros. Algunos, se habrán dado cuenta ya de la severa oposición que tendremos que afrontar, por amos a Jesucristo. Somos una generación que tendrá que presenciar la Crucifixión final de la Iglesia. Pero, de las cenizas, surgirá el Cuerpo Glorioso de Cristo, la Nueva Jerusalén. Hemos de permanecer fijos al Señor, durante la abominación de la desolación, que será breve. 
23 oct 2013 (15:34) La Virgen se dirige a nosotros para alertarnos sobre la purificación que el Señor está llevando a cabo en el mundo, de modo que se pueda producir un gran cambio. En esta purificación muchos sufrirán. En realidad, todos tendremos que sufrir, pero podemos ofrecer esos sufrimientos y aceptarlos plenamente, porque son para alcanzar un gran bien. La Virgen nos dice que Dios nos está preparando para el Gran Día del Señor, con mucho tiempo de antelación, para que sepamos estar listos para ese gran acontecimiento. Mientras tanto, los enemigos de Dios difundirán mentiras y tratarán de confundir a la humanidad para controlarla. Por eso, hemos de estar vigilantes y en oración.      
24 oct 2013 (23:45) – Lo enemigos de Dios se han reunido como un solo hombre, en la Tierra, para plantear la introducción de leyes malvadas. En cuando las introduzcan, la Ira de Dios caerá sobre ellos. Nos perseguirán en nombre de los derechos humanos. Piensan que su poder es invencible. Pero sobre ellos caerá la Mano de Dios. Dios es el Autor de la vida y no tienen derecho a quitar la vida a nadie, tanto en el cuerpo como en el alma. Dios les dará todas las oportunidades para rectificar y que no se dejen engañar. Jesús nos pide que veamos en el Apocalipsis los signos de la gran apostasía. Nos da una nueva Cruzada de oración (n° 124) en la que pedimos la necesario libertad. Ya está cerca el tiempo en que declarará su próxima Segunda Venida.  
25 oct 2013 (23:55) –  Algunos acusan a MDM de sembrar miedo a través de estos mensajes. Eso no es verdad. El miedo no viene de Dios, sino de Satanás. El demonio trata de introducir la doctrina de la nueva era, que tiene orígenes satánicos, aunque se presente con una apariencia amable. En realidad lo que busca es destruir en lo hombres la fe en la Santísima Trinidad. Muy pocas personas tienen una fe fuerte en el mundo. Por eso tiene éxito la doctrina del new age, por la falta de fe. El Señor trata de alertarnos para que no nos dejemos engañar por las mentiras de Satanás. Con la venida del anticristo, la Tierra cambiará mucho más de lo que suponemos. Por eso, Jesús tiene que avisarnos de lo que se avecina; no para meternos miedo, sino para prepararnos para la recibir lo que es verdadero y real. Sólo la Verdad nos hará libres de las asechanzas del demonio.    
26 oct 2013 (11:15) La fe es muy débil, en el mundo actual. Se habla muy poco de Jesucristo en los medios, a nos ser para poner en duda su existencia. Muy rara vez escuchamos a personas que proclamen su amor por el Señor, en público. Jesús nos pregunta por qué lo hemos abandonado, por qué cambiamos sus Palabras. El Señor nunca se contradice, especialmente en esta Misión. Los llamados así mismo profetas que contradigan el contenido de estos Mensajes, son falsos, pues Dios no se puede contradecir a sí mismo. El Señor nos pide que le tengamos confianza y que no dudemos de que estos Mensajes son auténticos. Sin embargo, Él no puede forzar nuestra libertad. Sin embargo, nos asegura que sólo podremos encontrar sus sus Mensajes para prepararnos a esta última etapa antes de que se complete su Alianza, en el Libro de la Verdad.  
Medjugorje (mensajes de la Virgen a Marija)
(Virgen de Medjugorje)
2 nov 2013 – “Queridos hijos, de nuevo os invito maternalmente a amar. Orad, sin cesar, por el don del amor; a amar vuestro Padre Celestial sobre todas las cosas. Cuando le amáis a Él, os amáis vosotros mismos y a vuestro prójimo. Eso no se puede separar. El Padre Celestial está en cada persona, ama a cada uno y llama a cada uno por su propio nombre. Hijos míos, por eso, a través de la oración, escuchad la voluntad del Padre Celestial, hablad con Él, estableced una relación personal con el Padre, que hará aún más profunda la relación con vosotros mismos, la comunidad de mis hijos, mis apóstoles. Como Madre deseo, que por medio de la oración hacia el Padre Celestial, os pongáis por encima de las vanidades terrenales que son estériles, y que ayudéis a los demás, para que poco a poco conozcáis y os acerquéis al Padre Celestial. Hijos míos, orad, orad, orad por el don del amor, porque el amor es Mi Hijo. Orad por vuestros pastores, para que tengan siempre amor por vosotros, como Mi Hijo lo ha tenido y lo ha demostrado dando Su Vida por vuestra salvación. ¡Os doy las gracias!”.
Javier Viesca (mensajes de Dios Padre, Jesucristo y la Virgen)
19 oct 2013 – Mensaje de Dios Padre y de la Santísima Virgen. Satanás es muy sutil en sus engaños. No nos dejemos llevar por el aspecto exterior de las personas. Hemos de aprender a discernir las palabras y los actos de quienes nos guían, tanto en la Iglesia como en los gobiernos. No nos dejemos llevar sólo por las sonrisas y bellas palabras, que alienten nuestra vida disipada y de pecado. La humanidad se dividirá a causa de los acontecimientos por venir. Satanás nos hará dudar sobre el bando que hemos de elegir. La Virgen nos recuerda que el gran medio de santificación es el Rosario. .
26 oct 2013 – Dios permite los momentos difíciles por los que está pasando la humanidad para que nos demos cuenta de que no somos nada y necesitamos una ayuda que sólo Él nos puede dar. Por eso necesitamos la Fe. Nos dará luz para aceptar con alegría todo lo que sucede, aún si se trata de cosas que no podemos explicarnos. No hay casualidades. Todo está en las manos de Dios. Él sacará grandes bienes de los grandes males. El Señor nos recuerda nuevamente su mandamiento: el del Amor. También nos alienta a continuar orando, especialmente por las ovejas perdidas que hay que traer de nuevo al redil. 
Jabez (mensajes de Dios, Alfa y Omega)
(Jabez In Action)
4 nov 2013 – El Señor nunca forzará nuestra voluntad libre, que nos ha dado como un regalo precioso. Aceptemos el Amor de Dios, en todas las manifestaciones que vemos cada día. Y, luego, procuremos dar ese amor de Dios a los demás. 
5 nov 2013 – Que todo lo que hagamos, pensemos o digamos sea para la gloria de Dios. Guardemos los mandamientos de Dios y sigamos sus caminos, y no los nuestros. No sabemos la hora en que el Señor nos llamará para volver a la Casa del Padre. Mantengámonos vigilantes. 
6 nov 2013 – Miremos el ejemplo de los Santos. Mortifiquemos nuestro cuerpo. Seamos generosos en todo. El Señor cuenta con nosotros para ayudar a covertirse a muchos. Mantengámonos en silencio y ponderemos todas las cosas. 
7 nov 2013 – Estamos bajo la protección de Dios. Hemos de ser obedientes, hasta la Muerte. No juguemos con nuestro destino eterno. Dios nos pide que nos arrepintamos y que abandonemos los caminos del mundo.
Vidente de Jaén (mensajes de Jesucristo)
(A Dios lo que es de Dios)
5 nov 2013 – Las obras de Dios están marcadas por la cruz. Además, muchos se salvarán por los sufrimientos y pruebas que tengan que soportar. El Señor es Justo y no puede admitir en su Reino a quien se mofó de él, lo atacó, persiguió e ignoró. Muchos se salvarán por la Misericordia de Dios, pero tendrán que purificarse. El Señor es benévolo, pero sus ángeles cerrarán las puertas del Paraíso a quien haya despreciado los medios de salvación: los sacramentos, la oración, la penitencia, la aceptación diaria de la Voluntad de Dios. Recemos por a Iglesia y por el Santo Padre. Visitemos a los enfermos. Hagamos obras de misericordia. 
8 nov 2013 – Los cargos terrenales, sean los que sean, no significan nada para el Cielo, donde el más pequeño es más grande que cualquiera de la tierra. Sólo tendrá frutos para el Cielo el que utilice sus cargos para hacer el bien aquí en la tierra. Dios Padre nos pedirá cuenta de los cargos que tuvimos aquí en la tierra y de cómo los empleamos. Lo importante es estar preparados para la Vida Eterna.   
Sharon Fitzpatrick (mensajes de la Virgen)
(Petals from Heaven)
3 nov 2013 – Hay unos Nuevos Cielos y una Nueva Tierra. Hemos sido escogidos para vivir en ellos. Los caminos del Señor no son fácilmente comprendidos. Pero los entenderemos y veremos la Gloria de Dios
6 nov 2013 – El Señor nos concede gracias especiales para estos tiempos. Escuchemos a María, Nuestra Madre. Su corazón está lleno de Palabras recibidas del Padre. La Verdad debe prevalecer, y vencer todo mal.
Enoc (mensajes de Jesucristo, la Virgen y otros)
(Mensajes de Salvación de Jesús el Buen Pastor)
7 nov 2013 (08:35 am) – Nos habla María, Rosa Mística. Se acercan los días en que todo será confusión, dolor y llanto. Permanezcamos unidos en el amor a Dios. Sólo puede ser llevada la Tribulación que se aproxima, si estamos unidos en el Amor a los dos Corazones (de Jesús y de María). Bendigamos a todas las personas que tratamos durante el día. Sellemos a todos con la Sangre de Jesucristo. Los espíritus malignos ya recorren el mundo buscando hacer el mal. Invoquemos al Espíritu Santo y acudamos a la protección de Nuestra Señora. Digamos: La Sangre de Nuestro Señor Jesucristo tiene poder y con ella voy a vencer. La Sangre de Nuestro Señor Jesucristo me cubre, me lava, me sana y me libera, por dentro y por fuera. ¡Huid de mí, potestades enemigas, porque la Sangre del Cordero Divino es mi defensa y mi salvación!   
Pedro Régis (mensajes de la Virgen)
29 oct 2013 –  Vendrá para nosotros una gran alegría, después de la tribulación. Todavía tenemos por delante muchos años de pruebas, pero el Señor estará a nuestro lado.  
1 nov 2013 – Después de la tribulación, la humanidad vivirá feliz. Será este tiempo, el tiempo del triunfo definitivo del Inmaculado Corazón de María.
2 nov 2013 – Vendrán tiempos difíciles para los hombres y mujeres de fe, pero aquellos que permanezcan fieles hasta el fin, han de experimentar una gran alegría.
3 nov 2013 – En la gran tribulación, los devotos de la Virgen estarán protegido y no los tocará ningún mal.
5 nov 2013 – Caminamos hacia un futuro de grandes pruebas espirituales. La Iglesia de Jesús cargará una pesada cruz. Será perseguida, y los consagrados fieles cargarán una pesada cruz.
Julie Wedbee (mensajes de Jesucristo)
(Behold I Come)
4 nov 2013 – Lo que deseamos y anhelamos podemos encontrarlo en el interior de nuestro corazón. Tenemos la llave y el candado está por dentro de la puerta. Muchos buscamos a Dios fuera de nosotros mismos. El Señor desea que lo busquemos dentro de nosotros. Volvamos al principio, cuando Dios y el hombre eran uno. Nosotros en Él y Él en nosotros. El Reino de los Cielos está dentro de nosotros. La Iglesia remanente de Jesús mantiene posiciones para lo que pronto va a suceder en la tierra. Hemos de tener una fe fuerte y de estar centrados en lo que Dios quiere de nosotros. Busquemos dentro de nosotros mismos el Reino, porque ahí es donde encontraremos a Cristo.